Incluyo el siguiente escrito que publiqué en las páginas editoriales del periódico Reforma hace varios meses (23 de mayo de 2006) porque sigue siendo asombrosamente actual. Es más, en el caso de Lorena Ochoa, "The million dollar baby", no sólo actual, sino hasta corto se queda. En cuanto a los políticos, me refería en aquella ocasión a nuestros impresentables candidatos presidenciales. Éstos también han sido ampliamente superados por ellos mismos y por especímenes de la misma caterva.
Decía en aquel entonces:
"En muy pocos días, del martes 16 al domingo 21 de mayo, se dieron tres hechos en el mundo deportivo que involucran a tres mexicanos de excepción.
"El martes, el vasco Aguirre condujo al equipo de futbol Osasuna a la cima de su historia en el balompié hispano al conseguir, bajo su dirección, el máximo número de puntos en sus 86 años de existencia, y de paso lo clasificó para la próxima edición de la UEFA Champions League, le dio el pase automático al mismo torneo al Real Madrid al derrotar a su rival más cercano, el Valencia, y le dejó abierto el camino a Samuel Eto’o para que se hiciera con el galardón de máximo goleador en solitario al mantener a raya a su más cercano rival, David Villa, con un solo gol en dicho encuentro.
"Después, el miércoles, el zamorano Rafael Márquez, campeón del fútbol francés con el Mónaco de Montecarlo y bicampeón de España con el Barcelona, se alzó con el título europeo con este mismo equipo, para ser uno de los pocos jugadores activos en el ámbito internacional que puede presumir de tantos y tan importantes títulos y en muy corto tiempo.
"Finalmente, el domingo, la golfista tapatía Lorena Ochoa se corona campeona del torneo Sybase Classic de Nueva York frente a las mejores golfistas del mundo, pasando a ocupar el primer puesto de las que más dinero han ganado en 2006 y relegando a un lugar muy secundario a la número uno del mundo, la sueca Annika Sorenstam.
"Mientras tanto, en México, tres candidatos “de decepción” siguen ofreciéndonos un vulgar espectáculo de denuestos, injurias e insultos que no se corresponden con las incomparables hazañas individuales que los mexicanos sí somos capaces de conseguir en áreas ajenas al cochinero político.
"Ojalá pudiéramos prescindir del gángster, del Iluminado y del “chaparrito calvo de lentes” y sustituirlos por los tres héroes a que me refiero."
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