Presagio
Ocurrió en la madrugada del sábado 17 al domingo 18 de diciembre del moribundo 2016, a las 2:30 de la mañana. Los hijos estaban fuera por compromisos sociales: la mayor, en la boda de una amiga que seguramente se extendería hasta altas horas de la noche, y el menor, en un bautizo seguido de una comilona que seguramente tendría el mismo desenlace. Mi esposa y yo aprovechamos para irnos a dormir temprano después de cenar fuera de casa. Al poco rato ya estábamos los dos profundamente dormidos. Soñaba yo que recibía una inoportuna llamada telefónica del hotel donde dormíamos plácidamente durante unas vacaciones de playa. Tomaba el auricular de mala manera para enterarme, por medio de la administración del lugar, que había olvidado firmar la cuenta por un consumo en el restaurante. Encolerizado, respondía que no había olvidado yo nada y que hasta había dejado la propina en efectivo. Mi interlocutor, sin disculparse, sólo respondió que estaba bien, que si se presentaba una anomalía...