viernes, 2 de diciembre de 2016

Nuestros "representantes populares"

Llevamos más de dos años en la zona del Campestre de padecer el caos y la destrucción representados por la malhadada obra del distribuidor vial Benito Juárez. Soy residente del fraccionamiento Gran Jardín desde 2003, y como ciudadano común y corriente que se ve afectado de manera tan directa en sus derechos por la imprevisión e ineficiencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno, me he entrevistado tanto con el secretario de obra del ayuntamiento de León, Carlos Alberto Cortés Galván, como con el delegado de la SCT en Guanajuato, José Leoncio Pineda Godos, responsables de la obra que nos ocupa.

Ambos funcionarios me han dado lo que en lenguaje muy coloquial se conoce como “el avión”, o para decirlo todavía más coloquialmente “no me han pelado”. Ante esta circunstancia, decidí ponerme en contacto con “mi” diputado local. Utilicé para ello todos los medios de un gobierno digital que puso a disposición de los ciudadanos el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba en una de sus columnas sabatinas, no la de los besos que nos recetó el sábado pasado, ciertamente, donde analiza minuciosamente todos los efectos, buenos y malos, que sobre nuestra persona acarrean los mentados ósculos.

Fue así como acudí al Whatsapp del congreso, donde con una amabilidad en verdad digna de la mayor alabanza me atendieron. En un “diálogo” de unos cuantos minutos, después del largo puente de mediados de noviembre eso sí, hube de reconocer con vergüenza que no tenía ni idea del distrito electoral al que pertenecía y que desconocía, en consecuencia, el nombre de “mi” diputado. Me informaron con toda presteza que mi distrito era el tercero y que el diputado que me representa ¡es Éctor Jaime Ramírez Barba!, el mismo al que leo todos los sábados, y me dieron toda la información para contactarlo, que obviamente yo ya poseía porque la tomé, “por si se ofrecía”, de la columna de don Éctor.

Pues bien, presto también yo, me animé a contactarlo, vía su correo electrónico, desde el mes pasado (23 de noviembre), explicándole el desesperado motivo de mi “atrevimiento” de solicitarle audiencia, y casi con la misma rapidez me respondió él por el mismo medio un escueto: “Con gusto, le contactaran (sic) / Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba / Oficina Virtual”. Todo lo cual me preocupa hondamente, porque el que “le contactaran”, sin acento y sin punto final, suena a condicional y que algo más que ya no pudo articular me quiso decir el distinguido doctor, además, claro, de que su oficina es “Virtual”.

Mientras tanto, como espero haber entendido mal, sigo esperando, señor legislador, a que me contacten, en tanto usted sigue hablando de besos. Ojalá viviera o trabajara por estos rumbos para que se percatara del diario infierno que vivimos los “privilegiados” habitantes de esta zona. Ahora que si vive por acá, quedaría yo múltiplemente preocupado a pesar de la audiencia que pudiera concederme, durante la cual, por cierto, aprovecharía para preguntarle, a pesar de que ya lo habrá comentado infinitas veces, dónde le volaron la “H”.

No hay comentarios: