sábado, 25 de mayo de 2024

¡Cómo te odio, Dios mío!

Estaba desbocadamente escribiendo un artículo en tercera persona con tan irreverente título sobre un niño-adolescente, Rulo, cuando me vino a las mientes que tal vez hacía varios años ya lo había redactado, pero en primera persona. En efecto, pues http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2016/10/melancolia-me-fascina-la-etimologia.html da cuenta de ello hace casi ocho años.

Nada más concluiría que lo único que a Rulo le disgustaba de su ateísmo era no tener a nadie a quien odiar por todo el daño autoinfligido.


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