Veintiún años después
Es bien conocido el adagio no es lo mismo los tres mosqueteros que veinte años después , que hace referencia a novelas de Alejandro Dumas, pero que en el caso del dicho se refiere a la pérdida de facultades con el paso del tiempo. Ahora, imagínense veintiún años después, que es el tiempo transcurrido desde que llegué a esta bendita ciudad de León. Desde hace nueve lustros tomé el jogging como una actividad que realizaba muy regularmente, no al extremo de dejar de ser amateur , pero tampoco tan leve como para no haber completado un palmarés de cinco maratones, uno de los máximos orgullos de mi existencia. Cuando llegué aquí a los 54 de edad todavía conservaba mucho de la inercia de aquellos tiempos de trote cotidiano y sistemático, al grado de que no era raro que en El Palote me dijeran qué rápido corre usted, señor, cuando recorría gustoso la pista de siete kilómetros que circunda la presa del mismo nombre, o que me hicieran ver con asombro que ya llevaba más de una vuelta cu...