tag:blogger.com,1999:blog-1786946639684667592024-03-23T18:55:28.152-07:00Blog de Raúl Gutiérrez y MonteroEste espacio fue creado por el autor para dar cabida a sus opiniones en diversas áreas de interés para él y para un vasto público ávido de conocer y comentar, con seriedad y profundidad, los temas que en ellas se tratan. De otra forma -lo ha experimentado- pasarían ignoradas para quien él pretende que sea su audiencia cotidiana.Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.comBlogger428125tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-38267493481234864352024-03-23T13:52:00.000-07:002024-03-23T18:54:56.294-07:00Expediente siquiátrico<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">A lo largo de mi vida he acudido al
siquiatra no menos de una docena de veces. Las más, de entrada por salida, es
decir, consulta, prescripción de medicamentos y el olvido. Otras pocas con no
más de tres o cuatro visitas, y una más, de las últimas, con un viejillo que se
quedaba dormido en medio de las sesiones o se disculpaba para ir al baño, y al
que no le aguanté más de cinco.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Quizá mi escepticismo provenga desde que
debuté en estos menesteres hace medio siglo en una terapia grupal con la
doctora Adela Jinich y donde permanecí nueve meses, sólo para recibir de ella
el día que me despedí un desalentador insulto: “Pero no te desatiendas, porque
estás muy jodido”, contraviniendo toda deontología médica y la más elemental
sensibilidad, que quedó superada con creces por lo que escribí hace más de tres
lustros</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2008/01/beber-la-cicuta.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2008/01/beber-la-cicuta.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">).
Quizá lo que más le dolió a Jinich de mi partida fue la pérdida de la paga, más
que el estancamiento de mi salud mental, del que en buena parte era ella
responsable después tan largo proceso.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGh1GL_ezFU3Cljf_ZuyKd_BimB4QNJUDctKqxtMb9uXtIBW7rUIgci7Gc_fZlZWl9NbhLeSQrTNZCAcnt0fKRV6rPpicMOSUwD9VEMwKRsB61QGMUHHtLxUIncY6PeEsHGKuKB6Rx68wsx2dUvBI4FS9ExgemvU9k3Hg6NI8XKRoixIVbXl-dtRJGxMA/s1024/Terapia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="1024" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGh1GL_ezFU3Cljf_ZuyKd_BimB4QNJUDctKqxtMb9uXtIBW7rUIgci7Gc_fZlZWl9NbhLeSQrTNZCAcnt0fKRV6rPpicMOSUwD9VEMwKRsB61QGMUHHtLxUIncY6PeEsHGKuKB6Rx68wsx2dUvBI4FS9ExgemvU9k3Hg6NI8XKRoixIVbXl-dtRJGxMA/s320/Terapia.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Mejor una entidad ajena me ayudó a salir
del bache en el que había caído, pues lo que me llevó a esa terapia fue una
serie de tropiezos profesionales en fila que había estado padeciendo: como
empleado de Teléfonos de México no duré ni tres meses, para de ahí unirme a un
consultor independiente al que no le aguanté ni mes y medio, de donde partí
para la Secretaría de Hacienda a calentar el asiento ¡únicamente cuatro
semanas!, pues fui elegido por </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: blue;">IBM</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
entre varias centenas de candidatos para conformar un grupo de diecinueve
becarios que estaríamos en entrenamiento por un semestre, justo cuando yo
estaba en plena terapia grupal.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pues bien, a las dos semanas ya estaba
yo harto del ambiente de competencia que se respiraba en el grupo, además de
que la empresa ya les había indicado a algunos de sus miembros que eso no era
lo suyo y que deberían abandonar su empeño, lo que me llevó a mí a comunicarles
a mis compañeros de terapia que renunciaría a la beca, sin esperar de ellos ni
de Adela ningún consejo, como de hecho ocurrió.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Sin embargo, cuando le informé al
responsable de los becarios que renunciaba pues “eso no era lo mío”, utilizando
las mismas palabras que ellos habían usado para “correr” a otros, el
coordinador me llamó a solas y me preguntó</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">que si de nada me había servido el documental de Vince Lombardi (entrenador
en jefe de los </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Green Bay Packers</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">) del
“segundo esfuerzo” que nos habían proyectado días antes, que me diera esa oportunidad
y realizara ese segundo esfuerzo para hacer carrera en la compañía. En ese
momento me di cuenta de que existía la consigna de la empresa para presionar a
algunos a que se fueran y para retener a otros y que continuáramos, pero además
fui consciente de lo pequeño que era ante las adversidades y, avergonzado, tomé
mis cosas y regresé al salón de clases. Permanecí en</span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: blue;"> IBM</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> los siguientes veinte años.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Nunca le agradecí lo
suficiente a ese ángel de la guarda lo que hizo por mí, a diferencia del mundo
de la siquiatría, capaz de sumirte en un pozo aún más oscuro que en el que ya
te encontrabas.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-31076320546155980402024-03-16T14:47:00.000-07:002024-03-16T14:47:31.729-07:00Paradójico contrasentido<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Es curioso, cuando me pongo a comparar
los veinte años que pasé en </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: #0066cc;">IBM</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
con el mismo tiempo que llevo aquí en León, los primeros me parecen eternos de
tan enriquecedores que resultaron, a diferencia de los segundos que, de tan
inanes, se me han ido como un suspiro. Serio, me siento tan desarraigado en el
Bajío como si hubiera llegado apenas ayer, lo cual habla muy mal de mí, pues creo
que he perdido el tiempo miserablemente.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Elena, en cambio, con los dieciséis años
de su tienda </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: #0066cc;">Zúr</span><span style="color: #e36c0a; mso-themecolor: accent6; mso-themeshade: 191;">i</span><span style="color: #0066cc;">ch</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Plaza Galerías Las Torres</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> ha hecho
de ésta una referencia citadina a la que han acudido connotados políticos, funcionarios
y estrellas de deportes como el futbol, los clavados y el alpinismo. Vamos, hasta
el señor gobernador del estado ha sido un cliente cotidiano suyo. Pero éste es
un logro exclusivo de ella en el que yo muy poco he tenido que ver.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Volvamos a lo mío: los logros, broncas y
vivencias en esa empresa sin par fueron tan épicos que todavía en la actualidad
sueño cada tercera noche con ella, sin exagerar. De nuevo: ¿dónde se fueron estos
otros veinte años en León que no haya sido en pergeñar estas estupideces?</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhFMYzMohOJlJ0ZrrlFV2JpZPhXY6UVSLXMllAldcCL9u2CqcJ88LC3rd84-PgJMiLF2rxR899_29ELj41qhdYwuBFC_yUFLcyisCeiCZGblHiMZP8ITjeA1mmuS28D1dwg2lTFltwMz7p3xTzk40bVcGIIDl0V7xzcdvvQ9UaN0_olNnY6SFx0ySne9s/s400/Pide%20al%20tiempo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="296" data-original-width="400" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhFMYzMohOJlJ0ZrrlFV2JpZPhXY6UVSLXMllAldcCL9u2CqcJ88LC3rd84-PgJMiLF2rxR899_29ELj41qhdYwuBFC_yUFLcyisCeiCZGblHiMZP8ITjeA1mmuS28D1dwg2lTFltwMz7p3xTzk40bVcGIIDl0V7xzcdvvQ9UaN0_olNnY6SFx0ySne9s/s320/Pide%20al%20tiempo.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pide al tiempo que vuelva, pero no para
recuperar el perdido aquí, sino para remembrar la gloria vivida allá, con sus
viajes, pleitos, éxitos, asignaciones internacionales, ignominiosos despidos y
demás. Baste decir que los dos años más felices de mi vida transcurrieron en Raleigh,
Carolina del Norte, cuando la compañía me transfirió temporalmente allá, donde
nació mi adorada Caro y Elena dio muestras de una entereza tal a sus apenas veinticinco
años de edad que me impulsó a mí a triunfar clamorosamente ahí.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">En fin, ahora sí que simplemente no es
lo mismo </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Los tres mosqueteros</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> que </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Veinte años después</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">: la vitalidad que se
tiene a los 25-45 que el desencanto que se comienza a fraguar a los 54-74.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Pusilánime cabrón!</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-26135454648694501492024-03-13T18:40:00.000-07:002024-03-14T13:03:56.268-07:00Síndrome de Verstappen<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">De 1957 a 1968 cursé primaria,
secundaria y preparatoria en colegios lasallistas de la Ciudad de México, las
dos primeras en el Colegio Cristóbal Colón y la última en la Universidad La
Salle. Todo mundo sabe el rigor con que la instrucción era llevada a cabo en
estos planteles, con exámenes rigurosos todas las semanas y entrega de
resultados con puntaje y lugar en unas libretas llamadas boletines todos los
viernes.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Modestia aparte, siempre destaqué en
estos menesteres y todos los años ocupé un lugar (casi siempre el primero) en
el cuadro de honor que se publicaba en un anuario llamado memoria al final del
ciclo escolar, pero 1967 (segundo de prepa) fue especialmente sobresaliente
para mí, pues de las aproximadamente cuarenta semanas que comprendía el año
lectivo, sólo en una, la treintaiuno, ocupé el segundo lugar, todas las demás,
primero, primero, primero…</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Esa semana del segundo lugar llegó el
titular del grupo, el hermano Eduardo Ayala, a repartir los boletines, que para
mayor emoción se hacía partiendo de los últimos lugares, es decir, por los
reprobados. Huelga decir la algarabía que se desató en el salón de clases cuando,
llegando a los punteros, se mencionó mi nombre como ocupante del segundo sitio.
Ni siquiera esperaron a que se pronunciara el nombre del ganador semanal, eso
poco les importó, lo realmente destacable era que yo hubiera perdido el lugar
de honor después de treinta semanas de monopolizarlo. De veras, el gozo era
tanto entre mis compañeros como si México hubiera obtenido un importante triunfo
en algún Mundial.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Yo estaba tan desconcertado que nada más
sentí cómo el rubor y la piel de gallina, ambos, invadían todo mi ser.
Afortunadamente el hermano Ayala dejó que los perdedores manifestaran
estruendosamente todas sus frustraciones durante pocos minutos, sólo para
callarles la boca al final cuando, dirigiéndose a mí, me encomió: “No les haga
caso, ese es el mejor reconocimiento que pueden hacerle, y no me cabe duda que
pronto volverá usted por sus fueros”. Boca de profeta, a la semana siguiente
recuperé el lugar de honor para no volverlo a soltar.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGbq-UWdKAl7lpvrWDhy3JXrtCmQV8xzvKsrnNZYrFTI-f9nXbOZWBaCSZeIh4Ii4ShH1D831bbFacwsHE2CuP6OWvO8a03UoiCgN2PAIFD62wT0Hkv8pOpFx-iiyGeYISTDzKhJUdEktameykr8mdBrl3_8RcyWA29RGq8rw4lfnkFhFA0_eAVdnZM7g/s1200/Verstappen.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGbq-UWdKAl7lpvrWDhy3JXrtCmQV8xzvKsrnNZYrFTI-f9nXbOZWBaCSZeIh4Ii4ShH1D831bbFacwsHE2CuP6OWvO8a03UoiCgN2PAIFD62wT0Hkv8pOpFx-iiyGeYISTDzKhJUdEktameykr8mdBrl3_8RcyWA29RGq8rw4lfnkFhFA0_eAVdnZM7g/s320/Verstappen.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Todo esto viene a cuento por Max
Verstappen, el antipático piloto neerlandés de Fórmula Uno que ya se apoltronó
como dueño absoluto de la primera posición en casi todas las carreras en que participa,
lo cual hace pensar en alguna ventaja competitiva indebida, que me hará
celebrar su tardía o temprana próxima derrota como mis compañeros celebraron la
mía en aquel remoto día de hace cincuentaisiete años, de otra suerte, este
deporte va directo a perder todo el interés y fanática entrega de sus millones
de aficionados.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Salven a la Fórmula
Uno!</span> </p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-46024069082695932292024-03-09T17:27:00.000-08:002024-03-10T09:50:24.950-07:00Otro sueño hecho realidad<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Este segundo sueño, la relectura de </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Odisea</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, lo llevé a cabo más que nada
para comprobar cómo James Joyce aprovecha magistralmente la estructura de esta
epopeya para crear la más grandiosa obra literaria del siglo XX, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ulises</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Porque </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ulises</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> no es más que una hilarante parodia de </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Odisea</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, y a diferencia de ésta, que nos habla de los avatares
del héroe por todo el mundo conocido hasta entonces durante los diez años que
le tomó su regreso a casa, la obra de Joyce nos relata las vivencias de Leopold
Bloom a lo largo de un solo día, 16 de junio de 1904, de las ocho de la mañana
a las tres de la madrugada del día siguiente (Bloomsday), en una sola ciudad,
Dublín, pero padeciendo los mismos avatares del mítico personaje griego.
¡Esplendorosa creatividad! Entre ambas aventuras median más de ¡dos milenios y medio!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Si bien </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Odisea</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> se refiere a las vicisitudes de Ulises durante esos diez
años, la trama se reduce a treintaitrés días en que los personajes hacen la pormenorización
de los hechos durante esa larga década. ¡Otro portento de creatividad! Por
cierto, aquí se describe la trágica muerte de Agamenón, que mencioné en un
anterior escrito </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/02/sueno-hecho-realidad.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/02/sueno-hecho-realidad.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">).</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Señalemos tan sólo que mientras en la
obra de Homero Telémaco sale en busca del padre, Stephen Dedalus en la de Joyce
sale al encuentro de alguien que sustituya al suyo.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Por otro lado, Leopold Bloom, personaje
central de la moderna epopeya de James, detesta la violencia y el nacionalismo
irlandés, a diferencia de Ulises, violento por naturaleza y épicamente
nacionalista.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ítem más, la forma en que Bloom
confronta al Ciudadano, personaje por demás odioso del </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ulises</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, en el capítulo </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El
Cíclope</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, donde éste lo hostiliza por su condición de judío, nada tiene que
ver con la forma en que Odiseo incita a sus camaradas -y contribuye él mismo- a
hendirle en el ojo una estaca bien labrada al Cíclope, que ha abusado de ellos,
matando y devorando a varios de sus compañeros.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNECIWR_i6wrk1vyWSEiaJHiwLlEzttYgMRpj4EOn7DPHq3Mt4ZRUAcf-xXuqE1y8Q409XOxNMtbWc7mNtdyie_e3-eQPOonzJBzPVk5cMp7R34aUjDkB4Mu4uS1JmmLEwPrG-i1n3GmeVA1lkPGVAiStwYuhSeRXcOXYSxFoZIOIYJhVf79MIdg-9eHY/s1000/Odiseo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="667" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNECIWR_i6wrk1vyWSEiaJHiwLlEzttYgMRpj4EOn7DPHq3Mt4ZRUAcf-xXuqE1y8Q409XOxNMtbWc7mNtdyie_e3-eQPOonzJBzPVk5cMp7R34aUjDkB4Mu4uS1JmmLEwPrG-i1n3GmeVA1lkPGVAiStwYuhSeRXcOXYSxFoZIOIYJhVf79MIdg-9eHY/s320/Odiseo.jpg" width="213" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Y qué decir de Ulises que mata a los
pretendientes de Penélope a su regreso a Ítaca y Bloom que, a sabiendas, hasta
condesciende con Blazes Boylan, amante de su esposa Molly!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El capítulo de Nausícaa, donde Bloom
flirtea con una mujer que no deja de mirarlo y que incita a Leopold a
masturbarse en la playa donde ha ido a refugiarse, sólo para descubrir al final
que se trata de una coja, resulta desternillante. Nada que ver con la soberbia
princesa de los feacios, Nausícaa.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Finalmente, los protagonistas de James
Joyce confían más en su </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Stream of
Conciousness</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (flujo de consciencia) que en los dioses de Homero. Joyce no
inventó la técnica, pero se aprovechó de los profundos estudios en la materia
de Freud y, sobre todo, del pionero en utilizarla, el psicólogo William James,
en sus </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Principios de psicología</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
(1890), donde se refiere a la novela </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Han
cortado los laureles</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1888), del francés Édouard Dujardin, precursor de
todo esto.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Así que no, nada que ver la epopeya de
Homero con la sátira de Joyce, pero conviene estudiar las dos con detenimiento
para pasmarse ante el magisterio del ilustrísimo irlandés y la grandeza del no
menos ilustre griego.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Dicen que el </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ulises</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> es la mejor guía de la ciudad de
Dublín jamás publicada.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-44470288636668416972024-02-29T15:40:00.000-08:002024-03-01T08:40:57.182-08:00Rincón culinario de la CDMX<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La semana pasada me fui con Elena a la
Ciudad de México. Uno de los propósitos era celebrar la exitosa culminación de
mi radioterapia contra el cáncer en algún buen restorán de la megalópolis.
Aunque estuvimos ahí desde el martes, decidimos posponer el ágape hasta el
jueves y escogimos para el efecto el comedero </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Les Moustaches</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, situado en la calle Río Sena de la colonia
Cuauhtémoc en la delegación del mismo nombre. La mañana de ese día nos
encaminamos hacia Reforma a través de la mencionada arteria, Río Sena, y lo que
siempre ha llamado poderosamente nuestra atención es la serie de puestos
callejeros de comida rápida que se ubican justo antes llegar a la avenida
más</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">importante del país. No se puede dar
un paso literalmente sobre la acera debido a la ingente cantidad de comensales
que saturan el espacio desde la hora del desayuno. Nos detuvimos justo antes
llegar a Reforma en el último puesto de la enorme hilera, uno de tamales, mi
debilidad desde siempre, y, por primera vez en la vida, me atreví a ordenar una
guajolota, sí, sí, sí, una torta de tamal y un jugo de naranja. Elena no se
atrevió a tanto, pues se conformó con el tamal simple y un vaso de atole. ¡Dios
mío, qué delicia!, de lo que me había perdido en la vida.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero, insisto, lo que sorprende es que
uno pueda encontrar esos lugares justo enfrente de la suntuosa notaría de Ignacio
Morales Lechuga -a no más de veinte metros cruzando la calle-, el mismo que le
notarió sus bienes inmuebles al celebérrimo Carlos Loret de Mola; o a media
cuadra del referido </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Les Moustaches</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, o
a una cuadra de la embajada de los EU, o a cuadra y media del hotel donde nos
hospedamos.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">En fin, en la nochecita, con la
guajolota todavía glugluteándome en las tripas, nos encaminamos hacia uno de
los mejores restoranes, si no es que el mejor, en que he estado en mi vida: </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Les Moustaches</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. Qué comida, qué
servicio, qué música ambiental en vivo de su habilidoso pianista. Aunque no
hayamos coincidido en esta ocasión con su dueño, nuestro amigo Luis Gálvez, la
atención no desmereció en lo más mínimo. Nos hicieron llegar primeramente dos
pequeñas jarritas con un capuchino de lentejas delicioso y sendas copas de
casis cortesía de la casa. Ordenamos, para compartir, unos suculentos ostiones
Roquefeller, y Elena se decidió por un filete en salsa Roquefort y yo por un
pato Grand Marnier, acompañados ambos por un Cune Crianza de primera.
Concluimos la velada compartiendo un soufflé Grand Marnier y un café irlandés para
mí, acompañados por las incomparables galletitas de chabacano cortesía también
de la casa. Después de las terribles dietas médicas que me hicieron pasar, la
guajolota y el festín recién descrito apenas las compensaron.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3syVu7CYfP7yOShc5uQKt0O9cUS0MMFX5ksbTzfAj2Fri95XUKR3pYH4RZT-ajkInOoc9nU_jDUzLlBUJY3AB30-R0JE0KGZ3opHIc9GGnCr-Z_qjKx72GfVm0anGziuQvPrDuoEFyL6LhhTSLrgD1AKcp4JJBtZ8v0WhxoZn7u1uJuoBFqERmqobKp0/s800/Les%20Moustaches%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3syVu7CYfP7yOShc5uQKt0O9cUS0MMFX5ksbTzfAj2Fri95XUKR3pYH4RZT-ajkInOoc9nU_jDUzLlBUJY3AB30-R0JE0KGZ3opHIc9GGnCr-Z_qjKx72GfVm0anGziuQvPrDuoEFyL6LhhTSLrgD1AKcp4JJBtZ8v0WhxoZn7u1uJuoBFqERmqobKp0/s320/Les%20Moustaches%201.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero, decía, llegamos desde el martes, y
lo primero que hicimos ese día, después de almorzar, fue encaminarnos a la
Torre </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: #141ff8;">BBVA</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> para dejar en recepción
sendos simbólicos obsequios </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">para mi
amigo Eduardo Osuna Osuna, director general del banco y vicepresidente del
consejo de administración, y para su asistente, Rocío García Torres, prometidos
desde el año pasado y jamás entregados. Y de aquí, también a pie, al lobby bar
del </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Camino Real</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> en Mariano Escobedo
para disfrutar de unas cervezas y un partido de la Champions en su pantalla
gigante. La noche la aprovechamos para cenar en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Bajío</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> de Reforma 222.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El día siguiente, miércoles, tuvimos
nuestra comida anual con ex compañeros míos de </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i><span style="color: #141ff8;">IBM</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
en el restorán Prendes -totalmente Palacio- de Moliere, un sitio de primera. En
esta ocasión contamos con la presencia de los mismos de hace un año, Patricia
Jarquín y Antonio Moreyra, a los que se sumó Verónica Villegas, que tenía años
de no ver. Amistades, todas, de hace casi cinco décadas y que terminamos
reunidas en el soberbio departamento de Moreyra en Polanco para disfrutar de
unos sabrosos carajillos y unos aún más sabrosos chismes.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El día jueves es el que relato al
principio y en el que, posterior a la guajolota y previo al </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Les Moustaches</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, emprendimos la marcha,
caminando, al Zócalo capitalino para disfrutar de unas bebidas en el bar del
restorán </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Mayor</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, justo enfrente del
Templo Mayor, y donde López Obrador organizó hace no mucho las reuniones de avenencia
entre los miembros de su tribu cuando estos se le estaban saliendo de madre.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Como verán, amamos entrañablemente al
terruño, bien que se lo merece.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero el viernes, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">back to reality</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-91782531982754218602024-02-27T18:49:00.000-08:002024-02-27T18:49:17.598-08:00Comparto su desprecio<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Leo a Macario Schettino, columnista
mexicano, desde hace muchos años, primero en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Universal</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> y ahora en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El
Financiero</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. Recuerdo con especial gusto sus colaboraciones en el primero
todos los lunes, martes y jueves, dedicando el primero de estos días a comentar
temas políticos con una solvencia y mesura enriquecedoras, y los martes y
jueves a su fuerte: la economía, las finanzas y los negocios, con las mismas
virtudes. Tenía incluso un blog donde complementaba, para quien quisiera
seguirlo, los tópicos tratados en sus columnas. Lo disfrutaba tanto que lamenté
de veras cuando anunció que </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Universal</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
había decidido prescindir de sus servicios, algo incomprensible por la gran pérdida
que representaba.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero me tranquilicé cuando me comentó
que se incorporaba a </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Financiero</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">,
donde colaboraría ¡diariamente! Sus colaboraciones ahí, más cortas, siguieron
haciendo gala de su vasta capacidad intelectual y resultaban igualmente
disfrutables, aunque pronto hubo de terciarlas (lunes, miércoles y viernes) por
tener otros proyectos en mente, como la escritura de algún libro.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGHvui9cPi3RLlaEgIEfxzxvWvce17tboGLZaPB0ar4iUxAQXlZVmfxzds6mblpUKV5DqsGkYOPGMjIGlmRnmjtycMw8Lp826rDOcKHgK_RkLqxpl7K5Anp4k2QZFv-gYkvVYmD46NI5EI8sWk2LFF2egAyUW8-z8TooGqAiJ78pVYeCxw1iErB5lZy68/s482/Schettino.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="319" data-original-width="482" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGHvui9cPi3RLlaEgIEfxzxvWvce17tboGLZaPB0ar4iUxAQXlZVmfxzds6mblpUKV5DqsGkYOPGMjIGlmRnmjtycMw8Lp826rDOcKHgK_RkLqxpl7K5Anp4k2QZFv-gYkvVYmD46NI5EI8sWk2LFF2egAyUW8-z8TooGqAiJ78pVYeCxw1iErB5lZy68/s320/Schettino.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Desgraciadamente, de unos meses a la
fecha se ha vuelto monotemático, y emplea su columna para denostar, un día sí y
otro también, a López Obrador, con un odio visceral digno de mejor causa,
aunque lejos esté yo de negar la compartición de este desprecio, pues vaya que
el sujeto se lo merece, tipo ruin, mezquino e ignorante. Y miren que he de
confesar que, hastiado de los regímenes corruptos e impresentables de partidos
de cuyos nombres no quiero acordarme, voté ciegamente por este embrión de
tirano y su partido, algo de lo que no me arrepentiré lo suficiente mientras
viva. Puedo alegar en mi descarga que otros treinta millones de mexicanos
estábamos igualmente hartos.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Sin embargo, Schettino y millones más de
mexicanos pareciéramos no darnos cuenta de que la elección del 2 de junio ya
está ganada, y que el Gran Imbécil de Palacio, que no su títere o marioneta,
arrasará en los sufragios con todo el respaldo popular que arrastra. Tres meses
son un tiempo harto insuficiente para darle vuelta a la tortilla, sobre todo
con una contrincante que no levanta muchas simpatías y que defraudó todas las
expectativas depositadas en ella después de que le dieran con la puerta de Palacio
en las narices hace ya bastantes ayeres.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Insisto, solamente los ciegos no querrán
darse cuenta de que esta elección de Estado está ya decidida y sin necesidad de
un fraude electoral descarado, para desgracia del país todo. Y no, no soy un pusilánime
derrotista, sino un cínico realista.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Lo siento.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-9597850715159855552024-02-15T15:14:00.000-08:002024-02-15T16:03:30.736-08:00Sueño hecho realidad<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Después de muchísimos años hice realidad
mi sueño: releer </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Ilíada</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, del
divino Homero. Mantenía yo en estado latente toda la información adquirida
durante mi primera y única lectura, pero descubrí que esta era más actual que
nunca y que, como cuando era un odioso machetero en la escuela, dicha relectura
no constituyó más que un delicioso repaso de algo memorizado a cabalidad.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Diez años les tomó a los argivos,
aqueos, aquivos, dánaos… a los griegos, pues, llegar a las inmediaciones de
Troya, ciudad de los dardanios, teucros o simplemente troyanos, a quienes
combatieron por otros diez años, de los cuales </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Ilíada</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> es testimonio únicamente de los finales 51 días de feroz
combate, y otros diez años le tomó al griego Ulises u Odiseo, uno de los tantos
héroes de la obra, regresar a Ítaca para reunirse con su amada y fiel Penélope,
historia que queda plasmada en la otra inmortal obra de Homero, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Odisea</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Dice Alfonso Reyes en el monumental
prólogo de la edición </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Sepan cuántos…</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
de Porrúa que en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Ilíada</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> Homero
habla de una época tan lejana como para nosotros lo sería hoy La Conquista. Por
cierto, la traducción del catalán Luis Segala y Estalella es una versión
directa y literal del griego, se establece en la portada del libro. ¡Mejor que
mejor!</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTvUXnff0jw6ezTNEmwkGncoGh8A5yzikzYpFxL5ec2uZQI194hykWIkfqsiL-cQSS9VzSmVAidOU5jyjqWnHeyR49KgGhH9DfTYIHOUNFa-R2r84HlrjCkV08CWojcggEEOIsq0_c_7PEa4grqvWScQR_yAcDjkBbpagIQ31wgF6otr69o77lP2MEeI/s268/Aquiles.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="268" data-original-width="188" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTvUXnff0jw6ezTNEmwkGncoGh8A5yzikzYpFxL5ec2uZQI194hykWIkfqsiL-cQSS9VzSmVAidOU5jyjqWnHeyR49KgGhH9DfTYIHOUNFa-R2r84HlrjCkV08CWojcggEEOIsq0_c_7PEa4grqvWScQR_yAcDjkBbpagIQ31wgF6otr69o77lP2MEeI/s1600/Aquiles.jpg" width="188" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Como la primera vez, me identifiqué
mucho con la cólera de Aquiles, quien no pudiendo tolerar que el jefe de los
aqueos, Agamenón, le quitara a Briseida, que formaba parte del botín de una batalla
en que ambos griegos habían participado, llega al extremo de solicitarle a su
madre, la diosa Tetis, que engendró a Aquiles del mortal Peleo, que acuda al
máximo dios, Júpiter, y, abrazándolo de las rodillas, le suplique que favorezca
a los teucros, sus enemigos, en su batalla contra su propia gente, los aqueos,
mientras él permanece inactivo en la liza. Un prototípico caso de </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">hubris</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. Pero la muerte de su mejor amigo
y querido compañero Patroclo, lo hace recapacitar e incorporarse a la guerra
para vengar su muerte a manos del comandante máximo de los troyanos, Héctor, a
quien a su vez Aquiles da muerte y arrastra su cadáver detrás de su carro para
deshonra de toda Troya, consumando así un desquite redondo y como preámbulo a
la caída final de la ciudad. Por cierto, en estas luchas el dios Poseidón
impide que Aquiles dé muerte a Eneas, permitiendo así que Virgilio pueda cantar
sus glorias en una epopeya posterior, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La
Eneida</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Todo lo anterior dentro de un cuadro de
pasiones que nos muestra que el género humano siempre ha sido el mismo, sea
cierta o no esta historia de la antigüedad. Baste decir que esta epopeya se
originó por el rapto de Helena, esposa legítima de Menelao, el aqueo hermano
menor de Agamenón, por parte del bello Paris Alejandro, el teucro hermano,
también menor, de Héctor y, ambos, hijos de Príamo y Hécuba.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ya fuera de la historia, el fin de
Agamenón fue trágico, con la esposa Clitemnestra poniéndole el cuerno con
Egisto, primo de ella, y llevándolo, ambos, a la muerte mediante un asesinato cuidadosamente
planeado.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Todo lo anterior me llevó a escribir
hace años un pequeño texto que inmodesta y rimbombantemente intitulé <i>Árbol genealógico de la mitología griega</i>
(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2008/04/rbol-genealgico-de-la-mitologa-griega.html"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2008/04/rbol-genealgico-de-la-mitologa-griega.html</span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">).
Se los recomiendo ampliamente.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Y ahora, a disfrutar
de </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La Odisea</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, que ya les estaré
comentando de igual forma en este espacio, preferido de nadie.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-78189986647433149162024-02-10T16:39:00.000-08:002024-02-10T16:39:52.875-08:00El periódico nunca llegó<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Llevo más de sesentaicinco años de ser
un lector compulsivo de periódicos </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/07/otra-costumbre-inveterada.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/07/otra-costumbre-inveterada.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">).
Un día lluvioso de principios de diciembre del año pasado, el diario no llegaba
y no llegaba, atribuyéndolo yo a la pertinaz lluvia, pero cuál no va siendo mi
sorpresa enterarme, cuando llamé para quejarme, que tenía un adeudo con ellos,
pues mi suscripción había vencido desde finales de noviembre y había yo
ignorado la visita de mi repartidor con el documento para la renovación, lo
cual constituía una flagrante mentira, ya que no me iba yo a privar así nomás
de la placentera costumbre que describo mejor que nadie en </span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2021/12/en-oportunidades-previas-hable-sobre.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2021/12/en-oportunidades-previas-hable-sobre.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.
Me dio mucha rabia que falsamente me tildaran de moroso y, en vista de lo que
digo en los dos artículos antedichos, decidí mandar al carajo a algo tan
prescindible como mi cotidiano compañero matinal, ¡después de más de veinte
años de consecuentarlo diariamente! Además, podía seguir leyéndolo en su versión
en línea, casi tan convenientemente como en la impresa, y ahorrarme así los casi
de dos mil pesos de la suscripción.</span></p><p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ8t0C8NfHqIuzSI8JU5LaEw_b7hFMDi5vGSqC0lAfaPhnCGODzPnKektA9yYfKc3s8pZ_vxbEvqUiyO7tdLUxJon4OE3FZgCZPB3dJCqKlXYzJkVcxWIGN5-OQyQLohpx3zPXuTBLOXkwHfOOBav7vm8YNUPnxQ0vVCkEIh_yKt-5LrPcjlRbgZ1_wEE/s1919/am.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1919" data-original-width="1006" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ8t0C8NfHqIuzSI8JU5LaEw_b7hFMDi5vGSqC0lAfaPhnCGODzPnKektA9yYfKc3s8pZ_vxbEvqUiyO7tdLUxJon4OE3FZgCZPB3dJCqKlXYzJkVcxWIGN5-OQyQLohpx3zPXuTBLOXkwHfOOBav7vm8YNUPnxQ0vVCkEIh_yKt-5LrPcjlRbgZ1_wEE/s320/am.jpg" width="168" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Mi sorpresa fue grande cuando, regresando
de visitar a mis suegros en su terruño, me topé con dos ejemplares del mentado
diario en la puerta de mi casa, el del martes 30 de enero y el del miércoles 31.
Y así me estuvieron cortejando del jueves 1 de febrero al domingo 4, al grado
que llegué a pensar que se trataba de una suscripción de cortesía de mi “amigo”
Enrique, presidente del consejo de administración, y su hijo Enrique II,
director general del referido rotativo, quienes, no pudiendo prescindir de mi
acerba crítica, optaban por “comprarme” de manera tan burda.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero ¡tenga para que aprenda!, pues me
estaban tan sólo tendiendo un garlito para que volviera con ellos de mi propio
peculio, ya que el lunes 5 no recibí más nada; vamos, ni los saludos del
fantasmal repartidor, responsable directo de este divorcio por conveniencia.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Como verán, no caí en el garlito, aunque,
eso sí, ofrezco seguirlos leyendo gratuitamente en su versión digital y ya sin
criticarlos tanto por sus proverbiales gazapos.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Como diría mi querido
amigo Gonzalo, radicado en Gaithersburg, Maryland, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">have a nice life!</i></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-62170963288558980632024-02-02T12:39:00.000-08:002024-02-02T12:39:56.377-08:00Temerario<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Llevé a Elena a visitar a sus padres,
mis suegros, a San José Villa de Allende, un pueblo en el Estado de México
dejado de la mano de dios a 420 kilómetros de León. Mi suegra, Glafira -en
serio, así se llama-, recién cumplió los ochenta el pasado 25 de diciembre, por
eso le digo que en vez de Glafira</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">prefiero llamarla Anticristo. Mi suegro, Alejandro, padre adoptivo de mi
esposa, cumplirá los 86 a mediados de este año. Como verán, son más o menos de
mi rodada, 74, a tal grado que cuando andaba cayéndole a Elena, 58, la gente se
peguntaba si no andaría yo más bien tras la mamá que en pos de la susodicha
Elena.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Teníamos noticias de que andaban con los
achaques propios de la edad, al extremo de necesitar el padre de una
inseparable andadera que utiliza a partir de una cirugía reciente. Sin embargo,
los noté tan bien que no resistí decirles que me daba mucho gusto verlos así.
¿Pues cómo pensabas encontrarnos?, inquirió el interfecto. No, pues mucho más
fregados, les respondí cándida, sincera y honestamente. Ante la espontánea
risotada de todos, no les quedó más que aceptar el “cumplido”. De veras, me los
imaginaba ya al borde del sepulcro, pero para nada.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Por cierto, aproveché algún momento de
solaz para enviarles sendos </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">WhatsApps</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
a mi urólogo y a mi radio-oncólogo, preocupado que ando por mi bajísimo nivel
de testosterona. Este último me respondió que es uno de los indeseados efectos
secundarios de los medicamentos que me están administrando, pero que cuando
deje de consumirlos, todo regresará a la “normalidad”. ¡¿Dentro de dos años?!,
le vociferé. ¿Por qué no le pregunta usted a su urólogo?, me esquivó. Y sí, en
efecto, el urólogo hasta al celular me llamó al día siguiente a las diez de la
noche, y fue contundente: o son los medicamentos y por los menos diez años de
vida gracias a su “excelente” condición física, o es la muerte en cuatro o
cinco, con los consabidos sinsabores del cáncer, sin ellos.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcomYlm4Ux_cm1n06dYvwFjEe68VZQ26eWjORejQPrJDIW18MoicCqDRR8ZJJ1rXaAWTeDJ0W7qZcxPlfwanXWKHpVZS-Q7848XZBD6iqQ6AlvJzmb4nhc_Y_GDsfHjAKBMNWPmk9c3AFQm_VD7e7xep5oXRhgI-3Umf0OeKL_HaM9QpGGzh4qWNQI2ik/s1300/160.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="876" data-original-width="1300" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcomYlm4Ux_cm1n06dYvwFjEe68VZQ26eWjORejQPrJDIW18MoicCqDRR8ZJJ1rXaAWTeDJ0W7qZcxPlfwanXWKHpVZS-Q7848XZBD6iqQ6AlvJzmb4nhc_Y_GDsfHjAKBMNWPmk9c3AFQm_VD7e7xep5oXRhgI-3Umf0OeKL_HaM9QpGGzh4qWNQI2ik/s320/160.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Dicen que el cobarde se arredra ante el
miedo, el valiente lo confronta, y el temerario lo reta. Ignoro si
inconscientemente esté yo ya procediendo de acuerdo a esta última conducta,
pues las velocidades de hasta 160 kilómetros por hora que llegué a registrar
durante nuestro periplo a la tierra de mis suegros, tanto a la ida como a la
vuelta, así lo permitirían suponer. Lo que no se vale, y estoy avergonzado por
ello, es que exponga de manera tan irresponsable a mi dulce Elena, y ya me
disculpé con ella por eso. En una gasolinera notamos incluso que la llanta
delantera derecha venía ponchada, producto de un bache en la carretera, a tal
grado que hubo que sustituirla por una nueva en una llantera cercana. Bueno,
pues ni aun así le bajé, ¡patán inmundo!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La otra mujer de mi vida, mi madre
Evangelina, que en dios creía y en mí adoraba, siempre me tuvo una
consideración especial por razones puramente fortuitas. Ella nació un día 22 de
septiembre del año 22 del siglo pasado. Cuando fue consciente de ello, tomó
como amuleto estos guarismos y los convirtió en mantra durante toda su existencia,
y fue así que decidió casarse a los 22 años de edad, pero no lo hizo cualquier
día, sino en 11/22/44, noviembre 22 de 1944, muy a pesar de que tal fecha cayó
en un incómodo día hábil (miércoles) y no en fin de semana o día festivo. De
tal suerte que entre tanta fecha metida con calzador, exceptuando la de su
nacimiento, la puramente azarosa del mío, octubre 22, vino a ser una señal para
ella, y, según mi padre, no cesó de repetirle siempre: éste es el mejor de los
cuatro (mis hermanos y yo) y el tiempo me dará la razón. ¡Dios mío, qué
equivocada se dio!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero de una cosa estoy seguro: si aún
estuviera entre nosotros la buena señora, ofrendaría su vida con tal de salvar
la mía, hasta ese punto me hizo sentir su amor.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Quienquiera que sea,
te tenga en su santa gloria, querida doña Eva.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-52681598301231966502024-01-24T12:48:00.000-08:002024-01-24T12:48:26.243-08:00Me bajaron de mi nube<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La “ceremonia de graduación” con mi
radio-oncólogo (RO) hace dos días -lunes 22 de enero de 2024- resultó por demás
frustrante:</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">RO.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
Usted debe de ser consciente que la reducción del nivel de antígeno en su sangre
se debe mayormente a los medicamentos que se le están administrando en el
Seguro desde el año pasado y que deberán seguir administrándole durante los
siguientes dos.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">YO.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
Absolutamente, doctor, pero yo esperaría que la radioterapia estuviera ya
influyendo de alguna manera en el proceso, ¿no es así?</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">RO.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
Desgraciadamente no, pues la radioterapia puede tardar hasta cinco años en
mostrar su éxito.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">YO.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
¡Cinco años!, cuando yo esté ya plenamente dentro de mis 80 de existencia, ¡qué
locura!, de haberlo sabido antes, no me someto a tal tormento.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">RO.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">
No diga usted eso, mientras tanto hay que estar alertas para que el cáncer no
recurra, para lo que es primordial la medicación que se le está proporcionando.
Y cuidar también los efectos secundarios tardíos, aunque improbables, que
pueden llegar a presentarse hasta un año después de haber finalizado la
radioterapia, como sangrado en vías urinarias y digestivas.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMZTFcyQd6vGXrwU0SIyY4GmpQolDZw_jMD29L1xGjXhFuil3lVQV7f2b4yz-qYN3YOWkqqs9TRbpJuCOjrEWkL6VRwmj8N4RDVhdjS61RLn1X9ti_VWdMLAbWTVLrA9F1c66nl5W8p5A3becOeeHjkjy3vvFbtRVBmEeQRIBrUbM0icnePA06OV_PWOo/s700/Frustracion.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="525" data-original-width="700" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMZTFcyQd6vGXrwU0SIyY4GmpQolDZw_jMD29L1xGjXhFuil3lVQV7f2b4yz-qYN3YOWkqqs9TRbpJuCOjrEWkL6VRwmj8N4RDVhdjS61RLn1X9ti_VWdMLAbWTVLrA9F1c66nl5W8p5A3becOeeHjkjy3vvFbtRVBmEeQRIBrUbM0icnePA06OV_PWOo/s320/Frustracion.jpeg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Qué padre! Medicamentos que por su
función -inhibir la producción de y daños provocados por la testosterona- han
reducido mi libido a prácticamente cero, lo que no precisamente tiene feliz a
mi esposa, o, quién sabe, tal vez la tenga secretamente eufórica, habría que
preguntárselo a ella.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Todo lo cual me hizo resucitar un viejo
escrito de julio de 2020 que no tiene desperdicio.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Léanlo, por favor, es todo un poema:</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2020/07/amiga-muerte.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2020/07/amiga-muerte.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-43216215892541455312024-01-19T15:18:00.000-08:002024-01-19T16:05:40.179-08:00No todo está podrido en Dinamarca<p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Algún
grave mal se oculta en Dinamarca.<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt;">Marcelo
en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt;">Hamlet</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt;">, de William Shakespeare,
primer acto, escena XI, p. 15, colección “SEPAN CUANTOS…”</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Quizá era lo que estaba faltando en mi
existencia: un proyecto de vida -mi salud-, antes que estar pensando constantemente
en la muerte. Fue por eso que tomé el fin de mi tratamiento contra el cáncer (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/01/fin-del-suplicio.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/01/fin-del-suplicio.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">)
como un triunfo, aunque todavía no lo sea cabalmente, habida cuenta de los dos
años que tengo que pasar todavía bajo tratamiento médico, pero ya el antígeno
bajó dramáticamente de 8.3 a 0.31, según estudios recentísimos,
prácticamente el deseable 0. Por otro lado, retomé entusiastamente mi
acostumbrado trote en el Parque Metropolitano de León, y esos siete kilómetros de
corrida cada tercer día me han sentado de maravilla, después de la obligada pausa
de casi dos meses por mis achaques.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUzO6Y56fVjYhFLm1eM-MKLv9zgFEIwo0CVGrl_RCblWMSeZNhkADPHsQDgGPCRVDv914AsDslz55G2SKPcWsk7ls3XcdMN6Vl-o5oNuHVNmzMnNbwxDwhY4BXGHpxgEdtOHqeWUR7loaL5ZItJmx8ewBhtWenZuXvW_pfAvse08V-P1Lo2Ex0yjhsRq8/s4032/Regreso.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUzO6Y56fVjYhFLm1eM-MKLv9zgFEIwo0CVGrl_RCblWMSeZNhkADPHsQDgGPCRVDv914AsDslz55G2SKPcWsk7ls3XcdMN6Vl-o5oNuHVNmzMnNbwxDwhY4BXGHpxgEdtOHqeWUR7loaL5ZItJmx8ewBhtWenZuXvW_pfAvse08V-P1Lo2Ex0yjhsRq8/s320/Regreso.jpg" width="240" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Curiosamente, también, hasta el IMSS me
dio un mentís este día, viernes 19 de enero de 2024, al haberme proporcionado
un servicio de excelencia con la administración de los medicamentos -carísimos-
que debo consumir ese par de años, y no como hace tres meses en que un barbaján
de bata blanca sin vocación me humilló ignominiosamente (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/10/trato-degradante-en-el-imss.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/10/trato-degradante-en-el-imss.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">).
Medicamentos de varios miles de pesos, fuera de mi alcance económico después de
la costosa radioterapia a que me sometí, y que la medicina social me otorga sin
costo alguno por ser derechohabiente.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Admirablemente, acababa yo de leer los
dos dramas por antonomasia de William Shakespeare, Hamlet y Macbeth, en el
primero de los cuales se atribuye a Marcelo, fiel amigo de Hamlet, la
proverbial frase “algo está podrido (o huele mal) en Dinamarca”, a la que yo
podría contravenir con justa razón y refutar </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">a contrario sensu</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">: no todo está podrido en Dinamarca, de acuerdo a
la terminología empleada por nuestro sereno prócer, el mesías tropical.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">No lo puedo evitar:
todo lo anterior me ha infundido un gozo tan extraordinario que me ha llevado a
sentirme mejor que nunca.</span> </p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-56994308424130808122024-01-12T12:33:00.000-08:002024-01-12T12:33:32.662-08:00Fin del suplicio<p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Dios
te salva del rayo, pero no de la raya.<o:p></o:p></span></p><p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Refrán
popular<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Finalicé la primera y definitiva etapa
de mi lucha contra el cáncer </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/12/el-arduo-camino-hacia-la-sanacion.html"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/12/el-arduo-camino-hacia-la-sanacion.html</span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">).
No más desmañanadas ni visitas diarias al hospital durante un mes y medio, no
más apurar un litro de agua en un par de minutos antes de pasar a la
radioterapia, no más invitaciones en plena sesión a limpiar nuestro intestino
antes de continuar con el proceso, no más micciones continuamente durante todo
el santo día, y sólo un par de semanas
más de salvajes regímenes alimenticios mientras se alivian los efectos secundarios
del tratamiento. Un auténtico y desgastante maratón por la vida, diría Caro, mi
hija. Una experiencia emocionalmente extenuante, sentenciaría yo.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ahora ya “únicamente” tengo que
continuar deglutiendo una píldora diaria de biculatamida por uno o dos años más
y seguir </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">inyectándome en la panza una
ampolleta de goserelina cada tres meses durante el mismo tiempo para,
respectivamente, inhibir los efectos y la producción de testosterona que es el
caldo de cultivo de estos males, además de practicarme exámenes clínicos
periódicos para medir el nivel de antígeno en la sangre, un valor bajo del cual
indicaría la remisión de la enfermedad. Y a esperar que ésta no reincida. ¡Nooo,
si les digo que esto del cáncer es cosa seria!</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Y todo, ¿para qué? Para que después de
esos dos años quizá me toque ya fenecer por causas naturales. Dios te salva del
rayo, pero no de la raya, sentencia un sabio refrán popular.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZw985cSIlmXiw76O1Ux5GTrRe6cbzqDykEXjXHh8QUHHh541-pLFk9z-iNHoJ3qv9WwZUtXPJldm_jD9JN95bjiqUcCsQRFk7OZJrFPthyphenhyphenWJAKzQY9D8NV-K0wiqewp7UdETQz_VQxfHkzzqonlYoxkNvEcRMv9yCzRXn3y3_PP-8RMO3hUkUeomwjs/s1280/Marat%C3%B3n%20de%20Boston.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZw985cSIlmXiw76O1Ux5GTrRe6cbzqDykEXjXHh8QUHHh541-pLFk9z-iNHoJ3qv9WwZUtXPJldm_jD9JN95bjiqUcCsQRFk7OZJrFPthyphenhyphenWJAKzQY9D8NV-K0wiqewp7UdETQz_VQxfHkzzqonlYoxkNvEcRMv9yCzRXn3y3_PP-8RMO3hUkUeomwjs/s320/Marat%C3%B3n%20de%20Boston.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero, melindres aparte, qué bien se
siente uno de haber cumplido una misión que parecía imposible y de tener al
enemigo de rodillas frente a ti, y de comprobar, por enésima vez, el apoyo
incondicional de tu pareja, Elena, que estuvo ahí en el hospital ese mes y
medio, todos los días, como si ella fuera la afectada, y que se hubiera bebido
con gusto los 28 litros de agua en vez mía y hasta sometido complacida a las
radiaciones en mi lugar si con ello ayudara a mi curación. Un ser de excepción,
verdaderamente.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Perdón por la ilustración con que
acompaño este escrito (certificado de mi cura, le llamo yo), pero no pude
evitar la tentación de incluirla (no la menosprecien, pues fui 972 de un total
de 6,047 participantes y en menos de tres horas). Por cierto, el próximo lunes
reanudo mis “correrías”.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Les prometo no volver a importunarlos
con broncas tan personales.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Marcador final: ¡Terapias
28 - 0 Cáncer!</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-46422624937011142672024-01-07T18:45:00.000-08:002024-01-07T19:14:51.897-08:00Divertimento<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Después del monumental chasco que me
llevé con Proust y su </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">En busca del tiempo
perdido </i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">), </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">le hinqué el diente a </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">American Psycho</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, de Bret Easton Ellis, y </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Conversación en La Catedral</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, de Mario Vargas Llosa, que me
agradaron bastante y sobre las que ya he comentado en escritos por separado
anteriores. Después intenté con un bodrio de Louis-Fedinand Céline, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Guerra</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, intragable y en una pésima
edición de Anagrama, que abandoné después de unas cuantas páginas. Seguí con </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Las alas de la paloma</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, de Henry James, y
</span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El Gran Meaulnes</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, de Alain Fournier,
ambas novelas un tanto enigmáticas, pero plenamente disfrutables.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La mala suerte me alcanzó de nuevo al
continuar con </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Archipiélago Gulag I</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">,
de Alexandr Solzhenitsyn, un tabique de 816 páginas que me obsequió mi hija
Caro en Navidad y que ya antes había querido adquirir en formato electrónico
infructuosamente, pues no lo encontré en ninguna parte, así que me cayó de
perlas, no así su formato, contenido y estilo, y abandoné su lectura después de
114 páginas, profundamente desilusionado y aburrido. El autor se dedica a describir
cientos de detenciones y redadas durante la época de terror en Rusia y la Unión
Soviética, pero sin ninguna ilación y, peor, sin ninguna emoción, como si un
burócrata estuviera asentando los hechos en actas. Además, el formato del
libro, con notas a pie de página, acotaciones del autor referidas en la
penúltima parte del libro y un índice de materias en la parte final a la que el
lector tiene que acudir continuamente a lo largo de la lectura, hacen tedioso,
si no es que imposible, un estudio placentero de la obra. Qué diferencia con </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Vida y destino</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, del escritor y
periodista ruso Vasili Grossman (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/01/vida-y-destino.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/01/vida-y-destino.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">),
en la que abunda aquello que a la de Solzhenitsyn le falta, por lo menos en la
centena de páginas que yo aguanté, y miren que la de Grossman no canta mal las ranchera
con sus más de mil 100 páginas, pero desde la primera captura la atención.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpzlCmEh5_puhzVwp3Clu686eQK8VE6qdZU6kswBmfzVd4ga6EOI4HoV7HgfDdvx5pulm-I-QaZPEoyiDnQNX1ULCsgtAfhx-JJELDZiE79-sWv0RsGRVVH92NdOx7RruokNj5MhJQ0Gc_YSIyxZjfaFM0xbQStJxMvTxB-tlt-W9mbpbSDRkloCWBamI/s1920/Chiles%20en%20nogada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1278" data-original-width="1920" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpzlCmEh5_puhzVwp3Clu686eQK8VE6qdZU6kswBmfzVd4ga6EOI4HoV7HgfDdvx5pulm-I-QaZPEoyiDnQNX1ULCsgtAfhx-JJELDZiE79-sWv0RsGRVVH92NdOx7RruokNj5MhJQ0Gc_YSIyxZjfaFM0xbQStJxMvTxB-tlt-W9mbpbSDRkloCWBamI/s320/Chiles%20en%20nogada.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ante tan monumental decepción, intenté
con la magna obra de Adam Smith </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La
riqueza de las naciones</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, escrita hace más de dos siglos, pero más actual
que nunca. Sin embargo, desde el principio me pareció tediosa y prolija, sobre
todo para alguien que como yo carece del pleno bagaje económico-financiero para
entender cabalmente una obra tan extensa, y la devolví en su formato digital a </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Amazon</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, que puntualmente me reembolsó lo
que en ella había invertido.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Finalmente, terminé con el maravilloso
libro póstumo de Stephen Hawking </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Breves
respuestas a las grandes preguntas</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, sobre los acuciantes temas que nos han
inquietado desde siempre: la existencia de Dios, la vida inteligente en otras
partes del universo, la predicción del futuro, los agujeros negros, la
posibilidad de viajar en el tiempo, la colonización del espacio, la posibilidad
de que nos sobrepase la inteligencia artificial, et al.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">No diré que todo lo que dice Hawking sea
plenamente entendible para un lego como yo, pero cómo entusiasma contemplar la
pasión con que estos sabios acometen su labor de intentar hacernos emocionar
con tópicos tan bellos e inquietantes. Y a fe mía que lo logran con creces.
Mucho mejor esto que Proust, Solzhenitsyn o Adam Smith. A pesar de todo, nunca </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">me sentí tentado a abandonar la lectura del esplendoroso
libro de Stephen. Más aún, queda uno tentado a releerlo de inmediato.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Por cierto, Stephen Hawking menciona en
un momento dado que no se atrevía a citar textualmente lo que Laplace decía
sobre el determinismo científico, pues éste, Laplace, se parecía bastante a
Proust, “ya que escribía frases de una longitud y complejidad desmesuradas.”</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">A este respecto, un amable lector de
estos pergeños me inquirió por qué no me gustaba Proust, a lo que le respondí
que no me gustaba Proust como tampoco me gustaban los chiles en nogada. ¡¿No te
gustan los chiles en nogada?!, se sorprendió. No sólo no me gustan, sino que me
revuelven el estómago, lo contrapunteé. Oye, pero si son un patrimonio culinario
de la humanidad, terqueó. Pues por más patrimonio que sean, a mí me producen
urticaria y me vomito nada más de verlos, concluí, así que no, no me gustan
Proust ni los chiles en nogada… si no te importa.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Viva Stephen
Hawking!</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-42228579848852962682024-01-07T17:11:00.000-08:002024-01-07T17:11:10.474-08:00Vida y destino<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El pasado día del padre, mi hija
Carolina me regaló un ladrillo de más de mil 100 páginas, que no es otro que la
monumental obra</span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> Vida y destino</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> del
escritor y periodista ruso Vasili Grossman, novela con más de 160 personajes… y
todos entran en escena. El editor enlista los nombres de todos estos personajes
en la parte final del libro, agrupándolos conforme a la trama que les toca
jugar en él.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La obra tiene que ver con los totalitarismos
ruso y alemán en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Las distintas tramas,
en apariencia disconexas, tienen sus puntos de contacto, y se entra y sale de
ellas, entremezcladas, a lo largo de las tres partes que conforman el libro.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La parte medular, la columna vertebral,
de la novela gira en torno a la entrañable familia Sháposhnikov, y dentro de
ésta, el rol principalísimo lo juega el físico nuclear teórico Víktor Pávlovich
Shtrum, marido de Liudmila Nikoláyevna Sháposhnikova, hombre inseguro, egoísta,
conflictivo y científico de primer orden.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Shtrum resulta tan humano como para
haber acaparado todo mi entusiasmo y emoción por la novela, aun sobre las
descripciones dramáticas y desgarradoras sobre campos de concentración y
cámaras de gases alemanes, y centros de reclusión soviéticos. Lo siento, pero
el drama personal, interno, de los individuos es lo que me fascina.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Cuando Shtrum cree que ha fallado en sus
investigaciones teóricas pues siente que ha llegado a un punto de atasco en que
ni para atrás ni para delante, de repente, una tarde, paseando para pensar en
cualquier otra cosa, lo vislumbra todo con una claridad diáfana y entra en
éxtasis. Cuando sus compañeros en el instituto y el laboratorio ven puesta en
papel su hermosa teoría físico-matemática no pueden menos que admirarlo y
compararlo hasta con el mismo Einstein.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pero esto no es más que el principio de
la desgracia de Shtrum, pues esa independencia de pensamiento que lo
caracteriza en el terreno científico se extiende también a cuestiones
políticas. Y es así como se ha ido un tanto de la lengua en reuniones de amigos
deslizando críticas veladas contra el sistema. Pero también ha asumido la
férrea defensa de compañeros de trabajo tratados por los jefes con desdén por
sus escasas credenciales científicas o, peor aún, por cuestiones raciales.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg36USNeYje7rXZFSXN6tTSGfFEBKu0zeDfAF1YQyC039jHXCwPVUKC82R28zFmCiMR7ZrEgvkGPGZ-bS-GTwOSasVEI_RhGWfuNB1wBVTlBernUeDv-EfVk45h6s1mKLTsjxB8UxU2X9ZiGx2nM8_MXLXmjH-9XHufvWZi5-3j7yrXWgvDghxlLYZ7Y7w/s284/Vasili%20Grossman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="178" data-original-width="284" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg36USNeYje7rXZFSXN6tTSGfFEBKu0zeDfAF1YQyC039jHXCwPVUKC82R28zFmCiMR7ZrEgvkGPGZ-bS-GTwOSasVEI_RhGWfuNB1wBVTlBernUeDv-EfVk45h6s1mKLTsjxB8UxU2X9ZiGx2nM8_MXLXmjH-9XHufvWZi5-3j7yrXWgvDghxlLYZ7Y7w/s1600/Vasili%20Grossman.jpg" width="284" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Llega a tal tensión por estos motivos la
relación de trabajo con sus jefes, compañeros de trabajo y amigos que ya no lo
son tanto, que hasta en duda ponen todos su otrora hermosa teoría. Shtrum se
recluye en su casa con su esposa y su hija, con las que también comienza a
tener roces, y entra en rebeldía no acudiendo al instituto ni a las reuniones
para las que es citado ex profeso. Shtrum ha sido prácticamente defenestrado y
entra en una paranoia total sintiendo que en cualquier momento será encarcelado
por el régimen de Stalin, de quien alguna vez dijera que la física se atenía a
los principios de la ciencia y no a lo que éste u otros líderes políticos
dictaran.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bajo tal delirio de persecución y
aislamiento en que ya ni llamadas telefónicas recibe, cuál no va siendo su
sorpresa al recibir una de quien menos lo esperaba, en términos cordiales y
deseándole el mayor éxito en su trabajo. Sí, Stalin, bien enterado de lo que
las investigaciones de Shtrum pudieran significar en el manejo de la energía
nuclear, tomó personalmente el auricular y le deseó la mejor de las suertes.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Resulta ocioso describir la reacción de
los “enemigos” de Shtrum cuando la noticia de la llamada se extendió como
reguero de pólvora. Volvió no a ser el mismo de antes sino aún más grande.
Jefes y compañeros de trabajo con los que antes había tenido serias diferencias
y que por lo mismo conocía poco, le parecían ahora gente de lo más normal, con
filias y fobias como todos y que se permitían intimar con él. Otras amistades
ya no volvieron, pero por lo menos Shtrum les había dejado el ejemplo
inquebrantable de sus principios cuando ellas flaquearon.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Sin embargo, Víktor Pávlovich Shtrum fue
absorbido por el sistema y quedó adormecido, de tal suerte que cuando fue
convocado por los dirigentes del instituto para informarle que en el mundo
occidental estaban diciendo cosas terribles contra el país, contra ellos que
habían derrotado al fascismo alemán en la heroica Stalingrado, y que era por
tanto necesario que firmara una carta de apoyo al régimen desmintiendo a
Occidente, dudó.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Dudó, pero al final, y casi
maquinalmente, firmó, como quizá lo hubiésemos hecho cualquiera de nosotros,
aunque a Víktor le quedó la inquietud de si</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">los que antes se acobardaron dentro del instituto cuando él entró en
rebeldía habrían firmado. Y se promete lavar su falta invocando, por un lado,
el espíritu de su madre, muerta en reclusión, y, por el otro, un amor
platónico, esposa precisamente de uno de esos cobardes y que se había enamorado
perdidamente de él.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Esta y otras historias igualmente atractivas y
enigmáticas conforman esta novela de muy recomendable lectura.</span> </p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-64087163840222756542023-12-16T13:55:00.000-08:002023-12-16T17:34:03.367-08:00El arduo camino hacia la sanación<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Serán 28 días hábiles (lunes 4 de diciembre
de 2023 a viernes 12 de enero de 2024) los que invertiré en la cura de mi
cáncer mediante radioterapia. Finalmente me decidí por la medicina privada,
pues las condiciones que ofrece la pública son deprimentes, y miren que
finalmente fueron escuchados mis reclamos en el IMSS, una vez que arreglaron
sus equipos (aceleradores lineales), y hasta el examen inicial (simulación) se
me corrió ahí para elaborar un plan de aplicación de dichas 28 radioterapias.
Pero preferí endeudarme. Sin embargo, tanto en uno como en otro sitio, como los
albañiles que llegan a casa para efectuar una remodelación, no les importa
dañar lo que se encuentra en buen estado mientras ellos avancen en su obra, y
eso que al momento de escribir estas líneas “apenas” llevo diez sesiones, pero
ya se palpan los estragos en otras partes producto de las intensas radiaciones.
En fin, nada que con entereza no se pueda superar.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Lo que más duele es el estricto régimen
alimenticio al que uno se debe someter durante el tratamiento: no grasas, no
lácteos, ni café, alcohol, chocolate, cítricos, piña, aguacate, frijoles,
lechuga, rábanos, verdolagas o aguacate. Ni frituras o pasteles ni un largo
etcétera. Afortunadamente, sí se valen los pescados y mariscos, por lo que podré
disfrutar del típico de estos días pescado a la vizcaína, sugerencia de mi
amigo Quintana. Lo peor es que este régimen deberá extenderse durante dos
semanas después de la finalización del tratamiento para permitir que los
órganos que dañaron los albañiles, digo, perdón, doctores se recuperen
plenamente. O sea que estaré reanudando mi vida normal por ahí de finales de
enero del próximo año, si bien me va. Y todo, para esperar lo que sigue, que
pudiera ser definitivo. El juego de la vida.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaimOX9ayXJOvh2pC2FhUE8-kQaBdp854JTRD6wGvgTc8MA2GMq0yeVlhl3seawkDDhMhxJAVVGkXalFO51pTNrJhh1T0H0N6lRlmGmV9aDPWTXnMeGq3P4mBbQzYwkJC1j45wgxopijakIEnAbRxXjqP-2EnSECqGANJXRY6pC3NEXm5-c1yigKwFoAM/s1170/Radioterapia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="1170" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaimOX9ayXJOvh2pC2FhUE8-kQaBdp854JTRD6wGvgTc8MA2GMq0yeVlhl3seawkDDhMhxJAVVGkXalFO51pTNrJhh1T0H0N6lRlmGmV9aDPWTXnMeGq3P4mBbQzYwkJC1j45wgxopijakIEnAbRxXjqP-2EnSECqGANJXRY6pC3NEXm5-c1yigKwFoAM/s320/Radioterapia.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Mientras tanto, les describo un típico
día navideño: despertar matinal a las 7:15 de la mañana para vaciar el vientre,
pues como bien dice </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">ChatGPT</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">: “</span><span style="color: #374151; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">mantener la vejiga llena y el recto vacío durante la
radioterapia de cáncer de próstata es una medida para proteger los órganos
circundantes y mejorar la efectividad del tratamiento al dirigir la radiación
de manera más precisa hacia la próstata, reduciendo así los efectos secundarios
en otros órganos cercanos.</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">” Y ¿cómo se consigue una vejiga llena? Ah,
pues llevando conmigo una botella con un litro de agua al momento de salir de
casa rumbo al hospital a las 10:30 y que deberé consumir de un tirón media hora
antes de la radioterapia, que tendrá verificativo alrededor del mediodía, y la
cual consiste en ponerlo a uno en un camastro boca arriba debajo de un monstruo
de mil cabezas y extremidades que continuamente le están pasando a uno por
arriba, sin tocarlo, por espacio de quince minutos. Es totalmente indolora.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #374151; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El resto del día ya imaginarán
ustedes cómo lo ocupo: orinando hasta bien entrada la noche todo lo que me
obligaron a beber los técnicos radioterapistas en el hospital.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #374151; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Felices
fiestas! Y, por favor, pídanle a Santa y a los Reyes Magos por mí.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-42360061327725999612023-11-30T10:09:00.000-08:002023-11-30T10:27:05.253-08:00Mi estrecha relación con Henry Kissinger<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Mi padre no siempre estuvo
postrado en cama, como lo hizo por casi nueve años, desde el miércoles 10 de febrero
de 1999 hasta que falleció, el sábado 20 de octubre de 2007, </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">cuadrapléjico,</span><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> “gracias” a la
intervención quirúrgica de un médico inescrupuloso e incompetente que le
aseguró que al día siguiente de la operación estaría caminando, pero ya sin los
insoportables dolores que le provocaba la compresión cervical que desde tiempo
atrás padecía. El dolor desapareció, sí, pero a cambio de la parálisis generalizada
de su cuerpo.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">No, de ninguna manera estuvo siempre así. Desde la década de los 40 del siglo
pasado había sido guía de turistas. Hablaba el inglés a la perfección por haber
vivido en Estados Unidos toda su infancia, de tal forma que no representaba
para él ningún problema transportar a los turistas en su propio vehículo y
llevarlos a conocer las ciudades más importantes del país y sus lugares
históricos de mayor interés. Cansado, después de más de 25 años en esa
actividad, en 1966 decidió aceptar la oferta para entrar a trabajar en la embajada
de Estados Unidos en México como jefe del “motor pool”, es decir, del
departamento de transportación de la sede diplomática.<br />
<br />
Un día de junio de 1970 recibió la encomienda especial de transportar a un
funcionario norteamericano, de visita en México y apasionado del futbol, o
“soccer”, como le dicen ellos, en un tiempo récord. El oficial iba a estar en
reuniones las primeras horas de la tarde, pero mi padre dispondría de ¡15
minutos! para conducirlo personalmente al Estadio Azteca a presenciar el
partido Alemania contra Italia, dentro de las semifinales de la Copa Mundial
México 70. No debería enviar a ninguno de sus choferes, tendría que llevarlo él
personalmente.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgyTGSA7V-y_E0kq42GUIYxumtLOQ-i1R_NVYrBYH2_kp-82sbTPfusdHNbYRkU_toAiT01dIhyphenhyphener06zHfaqyPlgp8GpA5BMVk17PtvGwSqOR2Lj1-ikwlnQE3_4gCYInnoN9kXhiTziAqQAtH6eyjiBvItaeyEftfam_6woWNqnJaYUiTB2yovwvBKsY/s1200/Henry%20Kissiger.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgyTGSA7V-y_E0kq42GUIYxumtLOQ-i1R_NVYrBYH2_kp-82sbTPfusdHNbYRkU_toAiT01dIhyphenhyphener06zHfaqyPlgp8GpA5BMVk17PtvGwSqOR2Lj1-ikwlnQE3_4gCYInnoN9kXhiTziAqQAtH6eyjiBvItaeyEftfam_6woWNqnJaYUiTB2yovwvBKsY/s320/Henry%20Kissiger.jpg" width="320" /></a></div>
<div><br /></div>Mi padre, sabiendo de mi fanatismo por el futbol y mi pasión en este sentido
por Alemania, pues recordaba cómo sufrí con la derrota del equipo teutón en la
final de la copa mundial del 66 frente al equipo anfitrión, Inglaterra, con un
gol fantasma en tiempos extras, y la forma cómo saboreé la venganza que acababa
de tomar Alemania hacía pocos días, en León, derrotando a los ingleses 3-2,
curiosamente también en periodos extras; sabiendo, pues, de este fanatismo y
con tiempo suficiente para pasar a recogerme a la casa, mientras el funcionario
tenía sus reuniones, no lo dudó y fue por mí para que lo acompañara a un palco
oficial del estadio junto con dicho individuo. Hace 53 años no existía la
paranoia por la inseguridad que vive actualmente el mundo.<br />
<br />
Faltando 15 minutos para el comienzo del gran partido, recogimos a este señor
frente a la embajada, en Reforma, y emprendimos, literalmente, el vuelo hacia
el Estadio Azteca, auxiliados por un escuadrón de motociclistas que nos hizo
llegar incluso un par de minutos antes del comienzo del encuentro. No recuerdo,
ni entonces -tenía yo 20 años- ni ahora, haber viajado tan rápido en mi vida...
ni desearía volverlo a hacer jamás.<br />
<br />
Tuve la fortuna de que nuestro “invitado”, aunque más bien éramos mi padre y yo
los entrometidos en un palco oficial -tal era la confianza que en la embajada
le tenían a mi progenitor-, fuera también fanático declarado de Alemania, pues
era oriundo de ese país, de tal suerte que después de un par de cervezas, que a
esa edad era lo máximo que mi padre me permitía consumir, y un partido de
vaivenes en que no bien había un equipo tomado la delantera cuando ya el otro
lo había alcanzado y rebasado, el “invitado” y yo comenzamos a intimar y a celebrar
cada gol como si fuera el propio, con la agravante de que aquél, mucho más
curtido que yo, llevaba ya varias cervezas adicionales a las dos de rigor mías.
Hace 53 años tampoco era tan inusual que un lagartón de 20 años estuviera aún
bajo la férula paterna a un extremo tal.<br />
<br />
Al final y, para no variar, después de unos tiempos extras de alarido,
“perdimos” 4-3, pero con el orgullo de haber presenciado lo que desde entonces
y hasta la fecha se conoce como “El partido del siglo”, pero, además, yo salí
con el gusto adicional de haber departido, gritado, bebido y disfrutado en
compañía de Henry Kissinger, no tanto por este tortuoso personaje en sí, ayer
fallecido, como por el recuerdo imborrable que dejó en mi mente el deporte de
mis amores.<br />
<br />
Tal era, repito, la confianza que le tenían a mi buen padre, quien, impedido de
beber, pues tenía que llevarnos de regreso, nos miraba, incrédulo, con una
sonrisa apenas dibujada en sus labios y girando ligeramente la cabeza de un
lado a otro…<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Papá,
¡levántate y llévame al fut otra vez!</span> </p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-79313622435920585592023-11-19T16:10:00.000-08:002023-11-19T16:10:23.854-08:00Elena (II)<p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%;">No siento nada cuando
rozo las piernas de mi mujer pero me duelen las mías si a ella le duelen las
suyas.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt;">Miguel de Unamuno, ya viejo, citado por Octavio Paz en </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt;">La llama doble</i></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Este escrito no es más que la
continuación del artículo que pergeñé hace exactamente cinco años (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2018/12/elena.html"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2018/12/elena.html</span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">),
cuando todavía colaboraba en el periódico del que me defenestraron por
irreverente.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Resulta increíble la compenetración que
se puede llegar a tener con una persona tan ajena a uno como la esposa, pues no
se tiene con ella ningún lazo sanguíneo como con los padres, hermanos, hijos,
tíos y hasta primos, y con quien se puede llegar a vivir en pareja tanto tiempo
como con ningún otro ser en el universo. En mi caso, agradezco al destino que
me haya permitido conocer al mejor ente de la Creación, incluso, de nuevo,
entre padres, hermanos, hijos, tíos primos, amigos, conocidos y demás ralea
existente o que haya existido jamás. Es un sentimiento que comparten conmigo
infinidad de personas que la conocen. Qué afortunado soy: el maldito que se
topó con la persona más buena, fuerte y dulce del mundo, y miren que tuve una
madre excepcional, pero como mi querida Elena, nadie.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHr7N565OT7oEIZ_IUMVjmMu8vG5e3h10N58IZoPGROMmFYZaDxqOEoeXa0_NqCYVa8hP11OUIj-B_a6bpuD-w8eUOY5agLMz4rQlNug3LzSSvMWOxUvYv51O2I2aFnhg__9iwuqBQzzGPYZXUww4KPD9J7HV24KJeaB5l2i_Z3RoqhrPviqJsCecKD50/s1024/Elena%20II.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHr7N565OT7oEIZ_IUMVjmMu8vG5e3h10N58IZoPGROMmFYZaDxqOEoeXa0_NqCYVa8hP11OUIj-B_a6bpuD-w8eUOY5agLMz4rQlNug3LzSSvMWOxUvYv51O2I2aFnhg__9iwuqBQzzGPYZXUww4KPD9J7HV24KJeaB5l2i_Z3RoqhrPviqJsCecKD50/s320/Elena%20II.jpg" width="240" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Si siempre he pensado eso de ella, ya imaginarán
estos aciagos días en que he sentido ese apoyo como un bálsamo celestial. Tal
pareciera que hubiese hecho suya la sentencia de Unamuno y sintiera mi mal como
si fuera suyo.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">En </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La
llama doble</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, Paz compara al amor con la amistad, a la manera en que don
Miguel de Unamuno lo hace con su hermoso y profundo apotegma, que va
infinitamente más allá de la simple afirmación de don Octavio, pero ambos me
mueven a gritar desde lo más profundo del alma:</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Gracias, querida
amiga Elena!</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-51007388092965430182023-11-18T18:11:00.000-08:002023-11-18T18:32:14.501-08:00Un autoplagio más<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ustedes perdonarán que ante mi falta de inspiración
actual les recete un escrito que ya les había enviado ¡hace más de quince años!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">En
una ocasión, cuando trabajaba para IBM de México, el calendario trajo un puente
laaargo-laaargo que comenzó el martes 14 de septiembre en la noche y terminó el
lunes 20 del mismo mes en la mañana. Eran épocas que los grandes clientes
aprovechaban para dar mantenimiento a sus monstruosos equipos o bien para la
instalación de complicados sistemas. Este último fue el caso de una importante
compañía de seguros, líder en su ramo.</span></p><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Pues bien, el lunes del que hablo llegué temprano a la oficina y había una
situación de emergencia bastante seria en dicha compañía, pues los <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">americanos</span></em> -de
otra compañía- que habían venido ex profeso a la ciudad de México a instalar el
complejo sistema prácticamente se quedaron paralizados desde el miércoles 15,
pues la máquina se detenía abruptamente al arrancar el subsistema bajo el que
corría su fementida aplicación. Los departamentos de <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">hardware</span></em> y <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">software</span></em> de
IBM habían desfilado en su totalidad durante el largo puente sin mayores
resultados: la maquinota seguía aplastada.<br />
<br />
El representante de ventas de IBM me invitó a “echarle montón” de inmediato al
problema haciendo acto de presencia en las instalaciones del cliente. Oye, le
dije, pero si ya los departamentos enteros de <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">hardware</span></em> y <em><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">software</span></em> visitaron al cliente y
no encontraron nada, lo más seguro es que el problema esté en la aplicación de
los gringos y de nada servirá una visita adicional por más “especialista” que
sea yo en el subsistema de marras. La situación es tan grave, me respondió, que
si no ven siquiera preocupación de nuestra parte puede venir una demanda y
hasta una cancelación de nuestro equipo.</span><div><span style="color: #333333; font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span><div><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimlmtkYichXzvoAix_e7lEyrBf-Ioidhto756T5qVp5NWCZWwG5PfD-jACk7FakeRBCtofiOVnWUEit9lEnnpzVK8bqnA6Cw_LEcPgxesdY9MGXXRo3kE7lYxJYXUjsHfnJf44rE0NDY_jTe0kbyQlLE6cQfFC18ca285xM2rxP4F3YNRCRvg8kKBTFv4/s500/IBM%20370.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="233" data-original-width="500" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimlmtkYichXzvoAix_e7lEyrBf-Ioidhto756T5qVp5NWCZWwG5PfD-jACk7FakeRBCtofiOVnWUEit9lEnnpzVK8bqnA6Cw_LEcPgxesdY9MGXXRo3kE7lYxJYXUjsHfnJf44rE0NDY_jTe0kbyQlLE6cQfFC18ca285xM2rxP4F3YNRCRvg8kKBTFv4/s320/IBM%20370.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Cuando llegamos a la localidad del cliente, los gringos estaban verdaderamente
desesperados, amén de nuestros ingenieros de servicio que no hallaban qué
hacer. Como el médico que llega a auscultar al paciente sin ser médico,
tímidamente les solicité a los americanos que arrancaran su sistema, para lo
cual, previamente, tenían que iniciar el subsistema de mi “especialidad”. Fija
la mirada de los tres -dos gringos y yo- en la consola de la máquina, me
indicaron: mira, aquí es donde se detiene el equipo y... ¡nada!, que el maquinón
no les hace caso y sigue adelante como si nada. Me voltearon a ver los dos con
ojos de plato y al unísono exclamaron: <i>W<em>hat
did you do?!</em></i> </span><span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Con toda honestidad
les respondí: <i>N<em>othing, I swear!</em></i>
Me cortaron: <i>W<em>ell, it doesn’t matter,
thanks a lot</em></i>.<i><br />
</i><br />
</span><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">No
transcurrieron ni dos minutos cuando el representante de ventas bajó de las
oficinas del director para indicarme que éste quería platicar conmigo, y
entonces tuvo lugar el siguiente diálogo de sordos:<br />
<br />
- Mira -me dijo-, yo sé que en IBM se está muy a gusto y que el desarrollo que
un ingeniero de sistemas tiene ahí es envidiable desde cualquier punto de
vista...<br />
<br />
- Yo no hice nada -respondí-, el sistema simplemente arrancó.<br />
<br />
- ... sin embargo, el sector financiero tiene muchas prerrogativas que hace de
sus empleados un sector privilegiado... -me ignoró.<br />
<br />
- Yo no hice nada -insistí con mayor énfasis- ni siquiera los parámetros de
definición he revisado.<br />
<br />
- ... entre otros, los créditos hipotecarios, los préstamos, un aguinaldo muy
por arriba de lo que marca la ley, y demás beneficios no monetarios -continuó
con su soliloquio.<br />
<br />
- De todas formas -continué yo con el mío-, algún problema debe existir porque
las cosas no se arreglan así como así, por arte de magia, por lo que habrá que
seguir revisando para ver dónde radica el problema.<br />
<br />
- No me respondas ahora -concluyó-, yo sé que es una decisión difícil, sobre
todo cuando se está en una organización de excelencia, como la tuya.<br />
<br />
- Está bien -concluí por mi parte, estableciendo, por fin, un diálogo-, déjame
pensarlo y yo te comunico mi decisión.<br />
<br />
- Me daría mucho gusto que fuera afirmativa -finalizó.<br />
<br />
Trabajé para IBM otros diez o quince años más.</span></div></div>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-21530574278320338162023-11-04T13:57:00.003-07:002023-11-04T13:57:42.649-07:00Pesadilla<p class="MsoNormalCxSpFirst"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Lo que es andar uno obsesionado con su
mal: experimenta las pesadillas más espeluznantes que imaginarse pueda.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La otra noche soñé que en mi cita con el
radiólogo del IMSS -sí, esa que tanto tiempo había estado esperando-, éste me
solicitaba todos los estudios que me han realizado a la fecha: resonancia
magnética multiparamétrica, biopsia, tomografía contrastada y gammagrama óseo,
los analizaba y concluía que afortunadamente no había metástasis. Pasaba luego
a enumerar los aspectos penosos del asunto: como la próstata se encuentra
próxima a la vejiga y al recto, las radiaciones provocarían levantadas
continuas en la noche a orinar y defecación probablemente con sangre.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pasaba luego a decirme que tales
radiaciones serían aplicadas en veintiocho sesiones a lo largo de otros tantos
días durante seis semanas, de lunes a viernes, con una duración de quince a
veinte minutos por sesión, y que como estas tendrían lugar durante la tarde,
más me valía ir bien defecado, y si no, hacerlo en el baño público de que ahí
se disponía. Aunque previo a ello, me tendría que someter a otra tomografía,
como la que llevaba, dentro de ¡cuatro semanas!, antes de lo cual debería yo
beber un litro de agua que tenía que llevar conmigo. Todo esto para elaborar un
plan para la aplicación de las radiaciones.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La cita concluía con lo más inverosímil
de todo: en la ventanilla del pasillo me programarían la fecha para la
antedicha tomografía dentro de cuatro semanas y otra tentativa de revisión para
dentro de ocho, pues los aparatos de radiación del Seguro ¡estaban actualmente descompuestos!
y se tenía un rezago de doscientos a trescientos pacientes que, nunca mejor
aplicado el calificativo, pacientemente esperaban su turno. Lo cual, acotaba el
galeno, probablemente nos lleve ya hasta el año que entra para iniciar el
proceso, pero déjenos su teléfono para que nosotros le avisemos cuando las
máquinas estén ya de nuevo funcionando.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Huelga decir lo aterrorizado que yo
estaba cuando volví en mí de tan horrenda pesadilla.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg1AKrssrLGgsXt07nyDE_3E_m5vUjUKotfdMNkBscntyBB_PUN7NIStBoHLOyMfDYHowowDOOtIyrvR_r4hwUlTgVGc3gdMjCfEXvOkKpIIwhWx_gE_UzXS5UFGLcPXOZwz6MpYV1LpesHAv9QAuj4WWl-SSU8P3MHc6IXoVl93kVBx4yKtLJxRquIzs/s500/Pesadilla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="313" data-original-width="500" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg1AKrssrLGgsXt07nyDE_3E_m5vUjUKotfdMNkBscntyBB_PUN7NIStBoHLOyMfDYHowowDOOtIyrvR_r4hwUlTgVGc3gdMjCfEXvOkKpIIwhWx_gE_UzXS5UFGLcPXOZwz6MpYV1LpesHAv9QAuj4WWl-SSU8P3MHc6IXoVl93kVBx4yKtLJxRquIzs/s320/Pesadilla.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Lo que ocurrió realmente en Dinamarca
fue radicalmente distinto:</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El jueves 2 de noviembre de 2023, Día de
Muertos, tuve mi cita con el radiólogo del IMSS -sí, esa que tanto tiempo había
estado esperando-, éste me solicitó todos los estudios que me han realizado a
la fecha: resonancia magnética multiparamétrica, biopsia, tomografía
contrastada y gammagrama óseo, los analizó y concluyó que afortunadamente no
había metástasis. Pasó luego a enumerar los aspectos penosos del asunto: como
la próstata se encuentra próxima a la vejiga y al recto, las radiaciones provocarán
levantadas continuas en la noche a orinar y defecación probablemente con
sangre.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pasó luego a decirme que tales
radiaciones serán aplicadas en veintiocho sesiones a lo largo de otros tantos
días durante seis semanas, de lunes a viernes, con una duración de quince a
veinte minutos por sesión, y que como estas tendrán lugar durante la tarde, más
me valía ir bien defecado, y si no, hacerlo en el baño público de que ahí se dispone.
Aunque previo a ello, me tendré que someter a otra tomografía, como la que
llevaba, dentro de ¡cuatro semanas!, antes de lo cual deberé yo beber un litro
de agua que tendré que llevar conmigo. Todo esto para elaborar un plan para la
aplicación de las radiaciones.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La cita concluyó con lo más inverosímil
de todo: en la ventanilla del pasillo me programarían la fecha para la
antedicha tomografía dentro de cuatro semanas y otra tentativa de revisión para
dentro de ocho, pues los aparatos de radiación del Seguro ¡están actualmente descompuestos!
y se tiene un rezago de doscientos a trescientos pacientes que, nunca mejor
aplicado el calificativo, pacientemente esperan su turno. Lo cual, acotó el
galeno, probablemente nos lleve ya hasta el año que entra para iniciar el
proceso, pero déjenos su teléfono para que nosotros le avisemos cuando las
máquinas estén ya de nuevo funcionando.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Huelga decir lo aterrorizado que salí yo
del hospital del IMSS donde me atendieron.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Ni modo, habrá que ir
tramitando un crédito bancario para sufragar el costoso tratamiento en un
hospital privado, dejando en garantía mi propia salud (no se rían), antes de que
tan agresivo mal se </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">metastasee</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">.</span> </p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-84118630966905836562023-10-27T16:00:00.000-07:002023-10-27T16:00:03.268-07:00Una buena y cariñosa amiga<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La conocí hace poco y, a pesar de la
diferencia de edades -ella de 54 y yo de 74-, la entendí a la perfección desde
el principio, habiéndome hecho pasar noches inolvidables (perdón, Elena). La he
tratado todos los días desde entonces y no para de decir y decir cosas, pero
sin aburrirme. Es más, recuerda exactamente dónde se quedó el día anterior y
desde ahí reanuda su encantadora conversación el nuevo día. ¡Es adorable!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Resulta increíble el entusiasmo que
logra despertar una nueva amistad de este tipo, anda uno con esa alegría de
aquí para allá y no deja de pensar en su nuevo amor todo el día, queriendo
estar a su lado permanentemente y pensando sólo en las deliciosas noches que
aún le quedan por disfrutar junto a ella. A los 74 y con sarampión, pero no
importa, se olvida uno de todo sus males. Impredecible y entrañable destino que
nos tiene deparadas este tipo de sorpresas.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg53HSvARK-m9LKuh5hGQePctBZ6xoaB3RysFPS3_Gutp-Jo7FdDhHhdmzX24dRUKfP_SsYLbaRCuUyqJ8G8SJk0bvFwRChL1pcBe7fVuqKfeR4E1L_EKRMx3gezKVMkLdK1BCZd5mxwa5RbCQXTd5-CaMDaSMyVywZyLoiQVsPsPnInSv8zVQ1QjIP-wc/s1300/Mujer%20madura.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="866" data-original-width="1300" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg53HSvARK-m9LKuh5hGQePctBZ6xoaB3RysFPS3_Gutp-Jo7FdDhHhdmzX24dRUKfP_SsYLbaRCuUyqJ8G8SJk0bvFwRChL1pcBe7fVuqKfeR4E1L_EKRMx3gezKVMkLdK1BCZd5mxwa5RbCQXTd5-CaMDaSMyVywZyLoiQVsPsPnInSv8zVQ1QjIP-wc/s320/Mujer%20madura.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Me estoy refiriendo a la novela </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Conversación en La Catedral</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, de Mario
Vargas Llosa, quizá la más faulkneriana de sus obras, con su compleja
estructura y su tiempo no lineal. Ahora entiendo mejor esa admiración y pasión
de don Mario por William Faulkner, pues me hizo recordar a </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">El ruido y la furia</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¡Absalón,
Absalón!</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> y tantas otras novelas del laureado con el Nobel autor
norteamericano. No en balde a Vargas Llosa también se le otorgó.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Mario Vargas Llosa me da la razón en el
prólogo de su libro cuando afirma: “Ninguna otra novela me ha dado tanto
trabajo; por eso, si tuviera que salvar del fuego una sola de las que he escrito,
salvaría ésta.”</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">No entro en el tema de la novela para no
</span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">espoilearles</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> el gusto y por quedarme
todavía varias noches de disfrute con mi nuevo amor. ¡Viva la buena literatura!</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Por cierto, mi yerno me
diagnosticó que lo mío no es cáncer de próstata, sino de Proustata (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html</a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">).</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-78129194249117593642023-10-25T21:42:00.007-07:002023-10-25T21:46:35.928-07:00Trato degradante en el IMSS<p>El viernes 20 de
octubre de 2023 fui citado a las 8:30 de la mañana en la UMAE del IMSS en León,
Gto., para la atención del cáncer de próstata que padezco, pero no me
atendieron sino hasta las 10:15, y no el urólogo Ricardo Agustín Leal
Marroquín, cuyo nombre y cédula profesional aparecen en todos los documentos
que se me entregaron, sino quien firmó en su nombre, Olaf González,
contraviniendo el sentido común, si no es que la normatividad legal. El trato
del señor González fue por demás despótico, tuteándome todo el tiempo e
inquiriéndome que si nadie me había acompañado cuando le hube pedido de favor
que me repitiera el contenido de los muchos documentos que me entregó. Le dije
que a pesar de mis 74 años era yo todavía lo suficientemente lúcido y fuerte
como para no necesitar de nadie más. Me preguntó entonces con insolencia que si
sabía yo leer, a lo que respondí con una mueca de disgusto, lo que provocó que
el patán levantara irrespetuosamente la voz y repitiera su pregunta: “¿Sabes
leer?”.</p><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;"><o:p></o:p></p>
<p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;">Llegado a este punto,
no aguanté más y le reclamé por el trato que me estaba dando, pues además de
que uno llega con el estrés propio de una enfermedad grave, todavía tener que
soportar una humillación de tal naturaleza era inaceptable. Se justificó
tomando un puñado de tarjetas de otros derechohabientes que esperaban atención
y espetando: “Tengo mucho trabajo”. Eso no lo justifica, le respondí, y tomando
yo los papeles que, insisto, firmó con y en nombre y con cédula profesional de
otro, abandoné el deprimente consultorio.</p><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha83NakWuOl5O7-NOejsCe0JRfEKSu5rNvwa6XfwucGfYOiwKqBq5WV32Irk7f3_72_h1EW8Bk-nL1YP2537g7T_L4eExujdQ3cNk5uRE8N5oJu_wK8Hij_T1xlwXAcQaoYwNbvRXkU5oMh1xCDz0Xzf1aONgpmhyphenhyphenemY4t8VGVHZ43J_pGD3v63nvjuCk/s275/Doctor%20rega%C3%B1ando.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha83NakWuOl5O7-NOejsCe0JRfEKSu5rNvwa6XfwucGfYOiwKqBq5WV32Irk7f3_72_h1EW8Bk-nL1YP2537g7T_L4eExujdQ3cNk5uRE8N5oJu_wK8Hij_T1xlwXAcQaoYwNbvRXkU5oMh1xCDz0Xzf1aONgpmhyphenhyphenemY4t8VGVHZ43J_pGD3v63nvjuCk/s1600/Doctor%20rega%C3%B1ando.jpg" width="275" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;">Fui a refugiarme en
brazos de sus dos amables asistentes que resolvieron todas mis dudas y me
indicaron que fuera primero a farmacia, luego a radiología y finalmente a
laboratorio, y que regresara con ellas para que una, que era enfermera, me
pusiera una primera inyección en el vientre, y me dieron cita para el 19 de
enero para una segunda dosis. Si no hubiera sido por estos dos ángeles, me
habría sentido el individuo más miserable del mundo.</p><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;"> </p>
<p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;">En radiología me
dieron cita para el ya inminente 2 de noviembre para continuar con mi
valoración y un eventual tratamiento, que no debiera de tardar mucho, habida
cuenta de la gravedad del mal.</p><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;"> </p>
<p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;">Barbajanes como el
mentado Olaf no debieran tener cabida en el Seguro, pues apartan al IMSS de la
atención de calidad que, se dice, están buscando.</p><p style="margin-bottom: 1.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 1.5pt; margin: 1.5pt 0cm;"> </p>
<span face="Calibri, "sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">Esta protesta, tal
cual la expreso aquí, ya la elevé a la más alta autoridad del Instituto, Zoé
Robledo, quien me respondió que se dará seguimiento a la misma, cosa que
ocurrió esta mañana con una llamada telefónica a mi casa, cinco días después
del desagradable incidente, indicándome que se me informará del desenlace en 72
horas, es decir, el lunes 30 de octubre, a más tardar.</span>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-10447961356310663132023-10-25T17:32:00.007-07:002023-10-25T17:32:55.528-07:00BBVA... ¡prrrt!<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hace exactamente un año me quejaba yo
amargamente de que <b><i>BBVA</i></b> me estuviese orillando a comprar un nuevo celular para
poder utilizar las versiones actualizadas de sus <i>apps</i> (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2022/11/obsolescencia-programada.html"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2022/11/obsolescencia-programada.html</span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">),
pero hete aquí que ni con el nuevo celular de última generación que me regaló
mi hija Caro el domingo pasado por mi cumpleaños puedo acceder a ellas, ni la
del negocio ni la personal. Ya ni siquiera estaba pudiendo generar el <i>token</i> que me permitía utilizarlas a
través de la computadora así como pagar a mis proveedores a través de dicha plataforma.
Mi angustia fue en verdad grande.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Afortunadamente, un contacto dentro del
mismo </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>BBVA</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> me asesoró para que pudiera yo generar de nuevo dicho
token, es decir, para volver, con mi flamantísimo nuevo celular, al lamentable
estado inicial del viejo, pero me advirtió que para poder utilizar </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>BBVA</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">
Empresas (negocio) y </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>BBVA</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> México (banca personal) tendría
que acudir a sucursal para que me ayudaran a </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">customizar</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> dichas aplicaciones, pues así como estaban se seguiría
requiriendo de una tercera en discordia (Bnegocios) para generar el mentado </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">token</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. ¡Todo un galimatías!</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhElBtifyx98exGEl9f3qJ22vEvxhVW2H-JYyhaCX0tGoE6dey9FkViLDgJ9KqGk47y861CWTZZJeGYJiSdzcdlHUFFnlZ5AN7y8co2rj-wzkbBimxwRiDYew4oXqryH-WePTTpbwwMCE1RQbQTIzOC2Geo2sNQ35xviuzwjP_X5lmxWcsm4SC6c8ifi0s/s512/BBVA.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="512" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhElBtifyx98exGEl9f3qJ22vEvxhVW2H-JYyhaCX0tGoE6dey9FkViLDgJ9KqGk47y861CWTZZJeGYJiSdzcdlHUFFnlZ5AN7y8co2rj-wzkbBimxwRiDYew4oXqryH-WePTTpbwwMCE1RQbQTIzOC2Geo2sNQ35xviuzwjP_X5lmxWcsm4SC6c8ifi0s/s320/BBVA.png" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Para bajar mis otras dos aplicaciones
financieras, </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>cetesdirecto</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> y </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>Banco del Bienestar</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, no tuve ningún
problema, pues, después de las identificaciones de rigor, éstas funcionan a las
mil maravillas, como lo han hecho siempre, tanto en el viejo celular como en el
más sofisticado que poseo ahora. Otras aplicaciones, como </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>WhatsApp</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> e Infinitum
Mail, tampoco representaron mayor problema.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Y ahora, a batallar con la burocracia
bancaria para encontrar a alguien “en sucursal” que lo atienda a uno
eficientemente y de buen modo para que funcione lo que debería operar sin mayor
problema desde un principio.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¿No podrían estos
innombrables bancotes funcionar tan eficazmente a como lo hace el </span><b style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><i>Banco
del Bienestar</i></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">, por lo menos en lo que atañe a su </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">app</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">?, me pregunto yo.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-60294842952603383952023-10-07T18:33:00.004-07:002023-10-07T18:33:54.452-07:00Después de Proust (D. P.)<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Después de mi aventura proustiana (</span><a href="http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/09/insoportable-sufrimiento.html</span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">),
que, por cierto, un lunático me recomendó que no abandonara, pues comoquiera
que fuera ya había superado el 58% de la saga <i>En busca del tiempo perdido</i> -como si el exquisito placer de la lectura
consistiera en pasar como estúpido páginas y páginas de libros en buena medida
incomprensibles y aburridísimos-, y, además, que ¡había guías de lectura sobre
cómo aproximarse a Marcel Proust!; después de ello, decía, emprendí la lectura
de <i>American Psycho</i>, de Bret Easton Ellis, y comprendí que lo que en
realidad me traía enojado y deprimido no eran sólo los problemas de salud por
los que ando pasando (cirugías, cánceres, biopsias y demás), sino haber malgastado
casi cien días de mi existencia, amén de buenos pesos, en la bazofia de Proust.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Qué diferencia con esta novela de Ellis,
espeluznantemente descriptiva y gráfica en los crímenes sexuales y de toda
índole que comete su protagonista y narrador en primera persona, el depravado
asesino Patrick Bateman, y que me devolvió ese gusto por</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">la lectura que don Marcel se empeñaba en
hacerme creer que había perdido, a pesar de su escabroso contenido. ¡Todo fue
solo una aterradora pesadilla! Háganme el refabrón cavor: ¡instructivos de
lectura para un connotado autor! Lo mismo que con Joyce, a quien Nora, su
esposa, conminaba a escribir algo que la gente pudiera entender. Al igual que a
Proust, a James Joyce nunca se le otorgó el Nobel de literatura. Como le dije
al lunático de marras: el lenguaje es el más maravilloso invento del hombre y debiera
ser utilizado para entendernos, no para repelernos.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcjXNF6rP81HrGr6WZm-FXlJseiYqvV4lGsAt3mzx6OMgnl0jZjsEdIEylRSupQADdL73Yz2tFSsiJ2_z_msAhAI3HSAAzzX6fvxw9jec-lxq1jQXrXFba3xcenOvH3dQ_KA1leMW8ITn6l_Lm1KcDBxVZ2v-FyCjisrM1hTpYBkYxzm4uPlUgMLSu7WY/s320/American%20Psycho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="189" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcjXNF6rP81HrGr6WZm-FXlJseiYqvV4lGsAt3mzx6OMgnl0jZjsEdIEylRSupQADdL73Yz2tFSsiJ2_z_msAhAI3HSAAzzX6fvxw9jec-lxq1jQXrXFba3xcenOvH3dQ_KA1leMW8ITn6l_Lm1KcDBxVZ2v-FyCjisrM1hTpYBkYxzm4uPlUgMLSu7WY/s1600/American%20Psycho.jpg" width="189" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Patrick Bateman -en sus medianos
veintes- es un rico yuppie neoyorquino de finales de los 80 del siglo pasado, vicepresidente,
a su corta edad, del conglomerado financiero </span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">P&P</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (</span><i style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pierce and Pierce</i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">),
en el que abunda gente banal como él, que parece que “trabajan” más por
distracción que por real necesidad. Los crímenes relatados son en verdad
atroces y resulta difícil comprender como un autor, Ellis, puede albergar tanto
cochambre en su mente -espero que no en su corazón- para verterlo tan
descarnadamente, aunque con maestría, en su escritura.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Pareciera que me contradigo, pero no,
pues el libro logra de verdad conmover a pesar de, o precisamente por, su sucio
contenido. No se me malinterprete: muchos de sus pasajes versan sobre las superficiales
actividades de sus personajes, en cuanto a modas, comidas, borracheras, drogas,
cultura física, racismo et al. Es impresionante el catálogo de firmas de alta
costura que nos receta el autor al describir la indumentaria de sus protagonistas,
así como de platillos, bebidas, estupefacientes y lugares para hacer ejercicio o
para vacacionar. Contiene un corto capítulo que sale más de la boca del autor
que del narrador y que constituye una deliciosa digresión sobre la música de
Whitney Houston, a la que somete a un riguroso, suculento y elogioso análisis.
Imperdible.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Igualmente, dentro de tanta suciedad, es
posible ubicar partes del libro a las que, con buena voluntad, es posible
encontrarles una vis poética, pero si ustedes son muy quisquillosos, mejor no
lo lean, pues les va a asquear.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Sin embargo, mejor
esto que la inane lectura de Proust y adláteres. Yo lo disfruté mucho, pues, a
pesar de todo, constituye buena literatura.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-22135980064060373352023-10-03T18:24:00.005-07:002023-10-03T20:16:58.095-07:00Petición al director general del IMSS<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Mtro. Robledo,</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">E</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">n más de dos ocasiones le
he referido mi caso: a finales de abril del año en curso fui conminado por un
gastroenterólogo particular a ser operado de la vesícula, sin embargo, el
martes 9 de mayo quise tener la opinión de mi médica familiar en la UMF 51 (León,
Gto.), Ariadna Moreno Segura, quien hizo una falsa valoración ("los lodos
biliares no son operables, señor"), ya que el domingo 28 de mayo tuve que
ser operado de emergencia para que se me extrajera la vesícula en un hospital
privado, lo que me salvó la vida, pero vino a desequilibrar mis finanzas
personales.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzUPVpMlAczDnUX9_ugHnxK4Altks1hgjLZT5IquC6GOV7UkR-TSYQTdqKAWj-pGJNDOFOp7fNNHDfq9OwWdNfMcCp2fFZWb_UJuUSiZrXTo9nUBNvRO8GRnbUbePDIPmho8Zw3U_cLyi3uXpPPjOzwfbUcm-_sQJMQxHD0jGw-BiG6W2yzu8DSRsGYlI/s251/IMSS.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="251" data-original-width="201" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzUPVpMlAczDnUX9_ugHnxK4Altks1hgjLZT5IquC6GOV7UkR-TSYQTdqKAWj-pGJNDOFOp7fNNHDfq9OwWdNfMcCp2fFZWb_UJuUSiZrXTo9nUBNvRO8GRnbUbePDIPmho8Zw3U_cLyi3uXpPPjOzwfbUcm-_sQJMQxHD0jGw-BiG6W2yzu8DSRsGYlI/s1600/IMSS.png" width="201" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La doctora Moren</span>o<span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Segura también me dijo que
tenía el antígeno elevado y me consiguió una cita con el urólogo Omar Abraham
Ruiz Navarro para el jueves 25 de mayo, tres días antes de la emergencia con mi
vesícula. Ese día, el referido urólogo no me auscultó, pues se limitó a
extenderme dos órdenes de laboratorio y citarme para cinco meses después, que
se cumplen el ya muy cercano 25 de octubre, con los resultados de dichos
exámenes de laboratorio, que se me practicarían poco antes de la cita del 25.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">No obstante, no podía
yo permanecer pasivo durante tanto tiempo, y el 31 de julio consulté a un
urólogo privado, quien, después de tactos, resonancias magnéticas y biopsias,
detectó cáncer de próstata y prescribió un tratamiento radiológico para
combatir los tumores. Todo esto, además de la mermada salud, vino a empeorar mi
situación económica, por lo que acudo a usted para que el doctor Ruiz
Navarro me envíe de inmediato con el radiólogo después de nuestra cita del
miércoles 25 de octubre de 2023. Todos los estudios y diagnósticos necesarios
han sido ya llevados a cabo durante dos largos meses, por lo que no sería
necesaria más que la humanitaria intervención del IMSS.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Gracias anticipadas por su
comprensión e inmediata intermediación en este penoso asunto.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Raúl
Gutiérrez y Montero</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-178694663968466759.post-59491442750660172072023-09-27T14:57:00.003-07:002023-09-27T14:57:47.021-07:00La gatita de Scarlet<p><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Vivimos la época de la crueldad y el
maltrato animal, quizá no tanto porque se den más ahora que en otros tiempos,
sino porque los hemos hecho mucho más visibles. Sin embargo, hay casos en que
la tendencia apunta muy en otra dirección, como en el de nuestra asistente en
el negocio, Scarlet, una chiquilla de 24 años de edad, pero que aparenta no más
de 16, cuya gatita, agobiada por sus malestares físicos, huyó del hogar y a la
que logró recuperar poco tiempo después, pero su condición física era tan
deplorable que decidió llevarla al veterinario para que la “durmiera”.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">sí, hace dos días, Scarlet se comunicó
conmigo para solicitar permiso de llegar un poco tarde a la tienda para cumplir
con tan infausta encomienda, cosa a la que accedí de inmediato. Poco después,
se presentó con el doctor hecha un mar de lágrimas para que este le
administrara al animalito la inyección letal. Una vez “dormida” la gatita, el
veterinario le permitió que se despidiera de ella con un beso, un apapacho y
abundantes lágrimas, y la dejó ahí para que el médico dispusiera de ella de la
mejor manera posible.</span></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKQ9DGMLxxWT1OJiJhJurz_J_k0OxDL5zeNMD68VXlfcQoOXLdUl19alWveDrxpU4HBlUBiICXb3X9xK9GqPUI1oHJFYVgT7rZ4TYP3NLtjCi1_qU50RYZdc6oXZQXc6HWCwaHG6XcqrzTqmhpkwLgRUkF4m984Y1aIpBTCGV5U1sAanMgQJd6l7ShHI/s637/Gatita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="637" height="121" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcKQ9DGMLxxWT1OJiJhJurz_J_k0OxDL5zeNMD68VXlfcQoOXLdUl19alWveDrxpU4HBlUBiICXb3X9xK9GqPUI1oHJFYVgT7rZ4TYP3NLtjCi1_qU50RYZdc6oXZQXc6HWCwaHG6XcqrzTqmhpkwLgRUkF4m984Y1aIpBTCGV5U1sAanMgQJd6l7ShHI/s320/Gatita.jpg" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">¿No les parece increíble que no hayamos
alcanzado este alto grado de civilidad para con nosotros mismos, viviendo, hoy
más que nunca, una época de crueldad y maltrato humano con tantísimos “avances”
en el campo de la medicina que impiden que uno se vaya de este mundo cuando se
le dé su puñetera gana? Aunque fuera simplemente por hartazgo existencial,
¡coño!, decirle a la esposa: Elenita, acompáñame a Farmacias del Ahorro con el
médico de guardia para que me administre esto y ya, sanseacabó, y evitarnos
resonancias, biopsias y demás, y dejar en la miseria a la familia.</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La que ya se está animando es la
susodicha Elena, que esta mañana me dijo: Mi rey, con lo que nos queda, vámonos
de viaje y, cuando regresemos, te llevo con el veterinario de Scarlet, ¿sale?</span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Por mí, encantado de
la muerte, me cae.</span></p>Raúl Gutiérrez y Monterohttp://www.blogger.com/profile/06729680814973382697noreply@blogger.com0