Un día, navegando por Internet, encontré la lista de los 1001 libros que uno debe leer antes de morir. Haciendo rápidas cuentas me deprimí al darme cuenta que si uno, en promedio, lee 20 libros al año, tendría que invertir cincuenta años para lograr ese propósito. Pero si nos atenemos al promedio de dos libros al año -que me parece exagerado, pues no creo que lleguemos ni a eso- que el mexicano lee, le tomaría a éste la friolera de quinientos años para llegar al referido propósito, por lo que si no empieza ahora mismo, muy difícilmente conseguirá ya esa ansiada meta.
Buscando en Amazon encontré una antología con un título homónimo, 1001 libros que hay que leer antes de morir / Relatos e historias de todos los tiempos (Grijalbo, 2014), que ha de ser una chulada, un tanto desactualizada a diez años de haber sido publicada, pero chulada al fin. Lo que me frenó a pedirla, además de su desactualización, fue el precio, que viene desde España y tarda mes y medio en llegar, además de que en los comentarios alguien se quejaba de que no le llegaba… y no le llegaba.
En fin, lo que llamó mi atención de la primera lista, la de Internet, fue que uno de tales libros era Los novios, de Alessandro Manzoni (1785-1873), que recordé que es una de las novelas favoritas del papa Francisco I, pues así lo declaró apenas iniciado su pontificado, lo que me hizo pensar que, aunque le gustara al papa, a lo mejor no era un libro tan malo, así que me dispuse a adquirirlo en Amazon mismo en una edición baratísima, mala por lo mismo, pero que se deja leer perfectamente bien.
Y sí, es una novela larga e interesante, que dice el papa que ha leído ¡tres veces!, y que versa sobre dos jóvenes enamorados a los que el maldito del pueblo, don Rodrigo, frustra en sus intenciones de casarse debido a las insanas pretensiones que éste mantiene sobre la joven, Lucía Mondella, importándole un bledo que ella ya se encuentre prometida a Lorenzo (Renzo) Tramaglino. El maldito cuenta con la colaboración involuntaria del sacerdote del pueblo, don Abbondio o Abundio, un hombre apocado, pusilánime y cobarde al que aquél amenaza de muerte por medio de sus esbirros (bravos, los llama el autor) si se atreve a casar a la pareja.
Si alguno está interesado en ver cómo el papa Francisco se refiere a este personaje en una homilía pascual, no tiene más que guglear Los novios papa Francisco y dar clic en un video del 28 de mayo de 2020 ahí desplegado, de tan sólo cuarenta segundos de duración. Hasta ese honor mereció don Abundio, sin merecerlo, obviamente.
Con esto dejo incólume la sabrosa trama de la historia, es decir, no se las espoileo, y que por tan sólo ¡11.99 pesos! ustedes pueden adquirir en Amazon, insisto, mala edición, pero plenamente disfrutable.
Merecida inclusión en los 1001… de Internet, no sé si en la ambicionada por mí antología de Grijalbo, que, por cierto, si alguno de ustedes me puede indicar dónde conseguir en mejores condiciones que las de Amazon, se lo voy a agradecer de todo corazón.
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