Mtro. Robledo,
En más de dos ocasiones le he referido mi caso: a finales de abril del año en curso fui conminado por un gastroenterólogo particular a ser operado de la vesícula, sin embargo, el martes 9 de mayo quise tener la opinión de mi médica familiar en la UMF 51 (León, Gto.), Ariadna Moreno Segura, quien hizo una falsa valoración ("los lodos biliares no son operables, señor"), ya que el domingo 28 de mayo tuve que ser operado de emergencia para que se me extrajera la vesícula en un hospital privado, lo que me salvó la vida, pero vino a desequilibrar mis finanzas personales.
La doctora Moreno Segura también me dijo que tenía el antígeno elevado y me consiguió una cita con el urólogo Omar Abraham Ruiz Navarro para el jueves 25 de mayo, tres días antes de la emergencia con mi vesícula. Ese día, el referido urólogo no me auscultó, pues se limitó a extenderme dos órdenes de laboratorio y citarme para cinco meses después, que se cumplen el ya muy cercano 25 de octubre, con los resultados de dichos exámenes de laboratorio, que se me practicarían poco antes de la cita del 25.
No obstante, no podía yo permanecer pasivo durante tanto tiempo, y el 31 de julio consulté a un urólogo privado, quien, después de tactos, resonancias magnéticas y biopsias, detectó cáncer de próstata y prescribió un tratamiento radiológico para combatir los tumores. Todo esto, además de la mermada salud, vino a empeorar mi situación económica, por lo que acudo a usted para que el doctor Ruiz Navarro me envíe de inmediato con el radiólogo después de nuestra cita del miércoles 25 de octubre de 2023. Todos los estudios y diagnósticos necesarios han sido ya llevados a cabo durante dos largos meses, por lo que no sería necesaria más que la humanitaria intervención del IMSS.
Gracias anticipadas por su comprensión e inmediata intermediación en este penoso asunto.
Raúl Gutiérrez y Montero
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