viernes, 7 de julio de 2023

Sin etiquetas

Hace unos días leía yo un escrito del diplomático mexicano, ex embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, hijo del ex rector de la UNAM José Sarukhán Kermez, donde se refiere a la agrupación política estadounidense No Labels. Menciona que esta organización, nacida en 2010, se formó con el pretexto de apartarse de los extremos de la derecha (Trump, DeSantis, hoy) y de la “izquierda” (Biden y los demócratas) del espectro político, de aquí su nombre: sin etiquetas. Forman parte de ella hasta políticos demócratas moderadamente conservadores y, obviamente, republicanos mucho menos moderados. Ya están pensando incluso en lanzar su propio candidato para los comicios de noviembre de 2024 en aquel país, en un hipotético escenario en el que se enfrentarían nuevamente Biden y Trump.

Sarukhán piensa que se  trata sólo de un señuelo, pues esa tercera opción le restaría claramente votos a Joe Biden y dejaría libre el camino para que Trump regresara al Poder, dadas las condiciones políticas actuales en Estados Unidos. Por ello Arturo concluye que más que un grupo sin etiquetas es uno sin escrúpulos.

Traigo lo anterior a colación porque es el riesgo inminente que corremos los mexicanos en un clima igual de polarizado que el norteamericano, y un partido, Movimiento Ciudadano, que ni cacha ni picha ni deja batear, en vez de unirse al Frente Amplio por México y la (el) probable formidable candidata(o) que tal unión pudiera arrojar. Este no labels mexicano podría dar al traste con las esperanzas de millones de mexicanos si llegara a acoger a un candidato resentido (Marcelo Ebrard, por ejemplo) y decidiera jugársela en solitario en junio de 2024, pues atomizaría el voto opositor en favor de la nefasta coalición Morena-PVEM-PT. Un imperdonable error de cálculo que lamentaríamos por décadas.

En otro orden de ideas, ya denuncié ante el TEPJF, el INE y el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) las tropelías que están cometiendo en la entidad el partido gobernante (PAN), el gobernador Diego Sinhue y su delfina Libia Dennise García (http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/06/eslibia.html). De las tres entidades, la única que me contactó fue el IEEG, solicitando, burocráticamente, información adicional, misma que ya les envié. Lo hecho por los panista en el estado no es nada que no estén haciendo cínicamente también las corcholatas de Morena en todo el territorio nacional, pero el que otros estén violando flagrantemente la ley no me autoriza a mí a hacer otro tanto.

Además de lo dicho en mi escrito anterior, hace dos días fueron acarreados cinco mil comerciantes de municipios de todo el estado en 120 camiones a una comilona en el Parque Bicentenario para rendir pleitesía a Libia, a quien el gobernador pidió querer, apapachar, proteger, y, en una extraña analogía, exhortó a los guanajuatenses a que no rompamos los 32 años de matrimonio que ya llevamos con el PAN escuchando los escarceos amorosos al oído de una guapa mujer joven que lo único que nos acarrearía serían desgracias, mucho más si es una atractiva Morena, digo yo.

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