El secreto de este mundo está en haber experimentado la vida y desear vehementemente morir. No como los seres potenciales que nunca fueron y permanecen eternamente en la nada; no, no, no, haber vivido y anhelar morir, volver a esa nada, al descanso eterno, pero ya con conocimiento de causa. ¡Ah, qué belleza!
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