Sostengo todo lo que dije sobre la joven escritora Fernanda Melchor y su libro Temporada de Huracanes (http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2020/09/pinche-vieja-tan-majadera.html), lo cual me llevó a comprar y leer de un tirón su nueva publicación Páradais (Random House, 2021), homófono de Paradise, en inglés, nombre del exclusivo fraccionamiento donde transcurre mayormente la trama de la novela. Pensé que la iba a disfrutar tanto como la primera, y así parecía hasta bien entrada la lectura. Sin embargo, ante la simpleza del argumento: un par de desadaptados (el niño bien que vive con los abuelos en el Paradise y el jardinero, mozo, mensajero y demás de la misma zona residencial con el que se asocia para emborracharse y hacer realidad sus más torvos ensueños) que ni siquiera simpatizan entre ellos, al no dejar de ver el chalán al primero como un ser deforme y despreciable, departen, sin embargo, cotidianamente en noches de alcohol y tabaco en los linderos del fraccionamiento, antes de que el empleado vuelva a la miserable mazmorra que habita junto con su madre y una prima “bien puta”, y el adolescente “deforme” vaya convenciendo paulatinamente al holgazán mozo de que se convierta en su cómplice para consumar su golpe “maestro”; ante todo esto, decía, pero sobre todo, debido al final tan forzado e inverosímil con que culmina el relato, el libro transmite un sentimiento de decepción.
Quizá también sea el lenguaje
reiterativamente procaz en que incurre la autora y que, después de leer la obra
anterior, simplemente resulta cansino y excesivo. Ojalá no vaya a ser que
Melchor encontró ya su minita y se siga de frente por ese camino, pues en tanto
que el primer libro consta de 224 páginas, el segundo consta de solo 107. Digo,
alguien que domina tan magistralmente este lenguaje, seguramente tiene
capacidad de sobra para incursionar con solvencia en otras áreas. Es más, tal
vez ya hasta lo haya hecho y yo ni enterado estoy.
Una de las partes del libro que más me gustó es la manera en que el crimen organizado (aquellos, les llama Fernanda a lo largo de su escrito) recluta -secuestra, sería más apropiado decir- a un primo de Polo (el mozo), Milton, y un par de amigos de éste, y las tropelías de “iniciación” que les obligan a cometer (incluido el asesinato), no muy apartadas de la realidad, por lo que uno lee en la prensa todos los días, y verdaderamente desgarradoras e impactantes.
En suma, lean el libro para formarse su propia opinión.
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