I(t) will survive
Siendo adolescente, me iba al estadio olímpico de CU con mi primo Lorenzo, apenas unos años mayor que yo, a ver los partidos de futbol americano colegial cuando jugaban los Pumas. Él había estudiado en la Prepa 4 de la UNAM y se volvió un fanático del equipo, transfiriéndome a mí ese fanatismo. Llegó incluso a recibir el ovoide de manos del legendario mariscal de campo de los felinos Joaquín Castillo cuando ambos estudiaban en dicha preparatoria y practicaban en el equipo de la escuela. Por cierto, conoció también a Enrique Borja, coetáneo suyo. Poco tiempo después, a principios de 1969, me apersoné nuevamente en el estadio, pero esta vez a presentar el examen de admisión a la Facultad de Ciencias de la universidad para cursar la carrera de actuaría. Imagínense la cantidad de aspirantes que solicitaban entrar ahí como para llenar las gradas de semejante inmueble, y no sé cuántas sesiones más del mismo estilo habrá habido para terminar con la primera fase del proceso de selecció...