Trotski
Con frecuencia me ocurre que cuando escucho el nombre de un personaje histórico, ignorante como soy, me pegunte yo qué sé realmente del aludido. Me ocurrió ahora con Leiv Davídovich Trotski. Fuera de ser un revolucionario enemigo acérrimo de Stalin, exiliado en México y muerto con un piolet por el republicano español Ramón Mercader en Coyoacán, ignoraba yo prácticamente todo, hasta que me hice con el libro El hombre que amaba a los perros (Tusquets, 2013), de Leonardo Padura. ¡Extraordinario! Se trata de la novela de una novela narrada en primera persona por un autor apócrifo y omnisciente, Iván Cárdenas Maturell, y dada a conocer al mundo por su amigo íntimo, también apócrifo, Daniel Fonseca, quien lo explica así en el capítulo final del libro, intitulado Réquiem. Iván es un escritor frustrado que nunca acaba de dar forma a su obra magna, lo que lo lleva a describirse a sí mismo no como un perdedor, sino como un derrotado (me fascinó la sentencia). Sin embargo, tiene la fortuna d...