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Mostrando entradas de agosto, 2020

Sapiens

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A raíz de mi despido del periódico para el que colaboraba todo los domingos pensé en no pergeñar ya nada más, pero cómo permanecer impávido ante una obra de la envergadura de Sapiens / De animales a dioses / Una breve historia de la humanidad , del historiador y filósofo israelí Yuval Noah Harari, especialmente con la importancia que ahí se le da a los “imperios”, a la ciencia y la tecnología, y al capital, máxime en esta época oscurantista en la que se sataniza a todos estos baluartes “neoliberales” del progreso. Es difícil que un libro logre capturar el interés de uno desde la portada hasta la cuarta de forros de la manera en que éste lo hace, pero además con el gusto y la emoción que una actividad (mental) así proporciona. Renace en uno el interés por la vida y el deseo de aprender más y más. Todo ello contrastado con el ambiente de muerte y desesperanza que actualmente vivimos. ¡Gracias, Yuval! Harari nos hace ver, por ejemplo, cómo las potencias de antaño (España, Inglaterra) ...

Decadencia

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Los hijos representan en buena medida la decadencia de uno. Yo tengo dos: Carolina, 42 años menor, y Raúl, 44. Quién me manda empezar tan tarde. El caso es que ambos son en la actualidad profesionistas exitosos: Caro, diseñadora de publicidad estrella por casi cinco años en Cuadra, empresa líder en la manufactura de artículos de pieles exóticas, y el júnior, ejecutivo fiduciario en Banco del Bajío por más de tres. Ambos millennials, y como tales, expertos en cuantas armas tecnológicas les pongan enfrente. Yo, a pesar de ser un “egresado” de IBM de la vieja guardia, nunca pude seguirles el ritmo. Raúl, por ejemplo, es un experto en el manejo del riesgo. Y me lo demuestra con sus sofisticadas apuestas en eventos deportivos. ¡Nunca pierde!, y por más que me explica cómo le hace para obtener ganancias con el azar, jamás le entiendo y únicamente asiento falsamente cuando trata de hacerlo. Sería un magnífico agente bursátil o un diseñador inigualable de estrategias de inversión en cualquier ...

Impunidad

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Todo este sainete de Lozoya no va a terminar en nada, como siempre en México, donde únicamente tontos útiles de la ralea de Javier Duarte son tratados “con todo el peso de la ley”, pero cuándo ha caído un pez realmente gordo. ¡Nunca! Y ya lo estamos viendo, con eso de la prescripción de delitos y demás patrañas acabaremos como siempre: con las celdas vacías. Además, como si esta fuera la primera vez que se intenta algo. Para no ir más lejos, recordemos la pléyade de directores generales que han pasado por Pemex: Jorge Díaz Serrano, Rogelio Montemayor Seguy, Raúl Muñoz Leos, Luis Ramírez Corzo, Juan José Suárez Coppel y el susodicho Emilio Lozoya Austin, a cual más con currículos qué indagar. Recordemos que incluso el primero de los mencionados, Díaz Serrano, pasó cinco años a la sombra, aunque debido más a vendettas políticas que a otra cosa. Y en cuanto al nivel sin precedentes al que podrían llegar hoy en día las investigaciones –como muchos se llenan la bocota al afirmarlo- al est...

Le ronca

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Elena, mi esposa, no roncaba, pero de unos años a la fecha es de a tiro por noche. El problema llegó a ser tan acuciante que hasta al otorrino fuimos a ver. Su diagnóstico fue contundente: tiene un problema con los cornetes que necesita de intervención quirúrgica. Cuando nos lo comunicó, yo le dije que estaba en parte de acuerdo con él, pues mi mujer no parece contar con cornetes, sino con potentes, sonoras trompetas. Obviamente, nos olvidamos del asunto. Sin embargo, alguna vez que dormí de corridito, no tuve más remedio que reconocerlo a la mañana siguiente diciéndole que se había portado de maravilla al no haber emitido sonido gutural alguno durante toda la noche. No obstante, cuando desayunábamos con los hijos en la cocina, éstos no pudieron evitar comentarle socarronamente a su madre que ese día sí que habían oído sus ronquidos. El hijo, que duerme en la habitación más lejana, le comentó que hasta allá llegaba el estrépito, a lo que la hija respondió: ahora imagínate yo, que due...