lunes, 26 de junio de 2023

#EsLibia

Permítanme imbuirlos del espíritu político-electoral en el estado más azul del espectro partidista mexicano, ¡el único que no ganó Morena en las elecciones de 2018: Guanajuato! En efecto, el PAN ha detentado el Poder en mi entidad adoptiva por más de treinta años… y contando, y tal pareciera querer monopolizarlo por siempre. El actual gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, ya designó a su sucesora: Libia Dennise García Muñoz Ledo (a la izquierda en la foto), muy a pesar de que falta mucho para las elecciones, pues éstas coinciden con las federales de 2024, provocando el enojo de enormes sectores de la población, panistas de prosapia incluidos. Entre ellos, la alcaldesa de mi municipio (León), Alejandra Gutiérrez Campos (a la derecha en la foto adjunta). Ambas, Libia y Ale, mujeres jóvenes, guapas, madres amorosas y esposas solidarias, a no dudarlo.

Pero hete aquí que el gobernador Rodríguez Vallejo la enrocó caprichosamente de la Secretaría de Gobierno del estado a la más redituable -políticamente hablando- de Desarrollo Social y Humano (Sedeshu), cuyo ex titular, claro, pasó a la de Gobierno. Nada de que sorprenderse, ya que sus antecesores hicieron exactamente lo mismo: Juan Manuel Oliva con Miguel Márquez, y Márquez con Rodríguez Vallejo. Lo que sorprende es la hipocresía y el cinismo, pues a la vez que se rasgan las vestiduras denunciando la paja en el ojo ajeno, no se cansan de promover descaradamente a sus delfines. Así, el gobernador y su favorita anunciaron con bombo y platillo la tarjeta MujerEs Grandeza, a cargo, obvio, de la Sedeshu, con apoyos de míseros mil pesos que pueden reclamar las madres de infantes en las farmacias del Instituto de Seguridad Social del estado (ISSEG). Y para anunciarlo realizaron un magno evento hace un par de meses con cientos de acarreados y repartición de lonches.

Y apenas ayer, domingo 25 de junio, mil 400 lambiscones, entre quienes se encontraban personajes “respetabilísimos”, le organizaron una magna fiesta por su cumpleaños en el restaurante de la Hacienda del Conde. A cuenta de qué y de quién, me pregunto. Si estos no son gastos adelantadísimos de precampaña y campaña de estos mochos desvergonzados, no sabría cómo llamarlos.

Mientras tanto, la pobre Alejandra Gutiérrez, su contrincante, que obviamente no asistió al festejo de ayer, tuvo que salir a disculparse públicamente por la tala de 63 árboles la madrugada del viernes por obras de ampliación en una de las principales vías de comunicación de la ciudad. Dijo que fue incorrecto lo que se hizo y la manera cómo se hizo y reconoció su error. Lo cierto, por otro lado, es que León está bajo una ola de violencia que no se había visto antes y no es raro amanecerse con la noticia de que el día anterior mataron a ocho o diez personas. Es muy probable que a Ale no le alcance ni para la reelección a la presidencia municipal, mucho menos para derrotar a una tramposa de la calaña de Libia en las preliminares del PAN por la gubernatura del estado. Ya hasta bardas con la inscripción #ALibiánate (sic) han aparecido en algunas partes.

Que el Gran Imbécil de Palacio envíe a algunos de sus achichincles a “mi” terruño para que aprendan cómo se maneja una elección de Estado. ¡Tengan sus encuestitas; en Guanajuato, sólo mis chicharrones (en guacamaya) truenan!, diría Diego Sin...vergüenza.

En lo personal, lo único que me resta es levantar una denuncia ante el INE por tan descaradas ilegalidades, pues da mucha rabia.

sábado, 17 de junio de 2023

Autobiografías filiales

En días pasados me dio por leer libros autobiográficos de afamados autores en relación con sus padres y madres. El primero de ellos, contenido en el volumen mayor La invención de la soledad, es nada menos que de Paul Auster y se intitula Retrato de un hombre invisible, en el que el célebre escritor norteamericano nos habla de su padre, un tipo hosco, melancólico y taciturno. Auster nos lo describe a la distancia, sin necesidad de mayor intimidad con él, quizá de aquí el título de la obra. Recuerda que su progenitor le había dado como tres o cuatro versiones distintas sobre la muerte de su padre, abuelo de Paul, hasta que poco después del deceso del suyo, entre fotos y recortes de periódico que éste guardaba, el hijo, Paul, haya probablemente dado con la clave de la forma de ser de su padre: no ha de ser fácil enterarse a los seis años de edad que tu madre mató a tu padre con una pistola, cansada de los malos tratos del marido.

Una historia mucho más conmovedora es La promesa del alba, del francés Romain Gary, que nos describe una relación casi edípica entre éste y su madre, a falta de la figura paterna.

Nacidos ambos  en Lituania, se van de inmigrantes a Polonia, pero la madre, enamorada de Francia, está dispuesta a hacer de su hijo un ciudadano francés ejemplar. En el proceso, intenta todo con él: hacerlo bailarín, actor, músico, pintor, aunque, más que nada, embajador galo en el extranjero, y en el ínter muestra aquiescencia a que Romain se dedique al único arte para el cual nació naturalmente dotado, la literatura. Mientras tanto, su madre se dedica a mil chambitas que les hacen ver las de Caín en su sobrevivencia y hasta pasar hambres. Se mudan de Polonia, a Niza, donde providencialmente la señora consigue un trabajo de hotelera administrando la propiedad de un tercero, que ella misma le había vendido al dueño cuando se dedicó por algún tiempo al negocio inmobiliario. Eso les vino a dar estabilidad económica y, mientras, el hijo estudió abogacía en París, se enlistó en el ejército en 1940 y se dedicó sin cortapisas a lo que le apasionaba: escribir.

De esta manera, dejó de visitar varios años a su madre, diabética, pero siguió en correspondencia con ella, a tal grado que la dama, previendo ya su próximo final, se puso a escribir cartas como loca para su hijo y le encargó a una conocida que se las fuera dosificando a aquél para que no notara su ausencia, pues al poco tiempo ella murió y su estratagema dio para que Gary siguiera en “contacto” con su madre tres largos años más, sin notar más que cierta inconsistencia en las “respuestas” de su amantísima progenitora. Fue así como Gary llegó a ser cónsul de Francia en varios países -cumpliendo el largo sueño acariciado por la madre-, afamado autor -cumpliendo su propio sueño-, se enamoró y casó con la célebre actriz Jean Seberg, y se suicidó en París en 1980, a los 66 años de edad. Libro encantador con el que el lector nunca llega a sentirse agobiado por esta aparente “mamitis”.

El tercer libro que les quiero “reseñar” es el del escritor e intelectual mexicano Juan Villoro La figura del mundo, que el autor dedica a su padre, el filósofo Luis Villoro, pero también a su madre, Estela Ruiz Milán -sicóloga y sicoanalista-, en un hermoso y devastador Epílogo. Los niños quedaron solos con la madre cuando ésta se decidió a abandonar al intelectual catalán recién cumplidos los diez de casados, después de visitar en la India a Octavio Paz, donde el Nobel era embajador, y decidir continuar ella sola el viaje por otros países de aquellas lejanas tierras. Luis le llevaba once años de edad a Estela.

Juan habla cómo empezó a convivir más con su padre cuando la madre se hubo separado de él, aunque los hermanos continuaran viviendo con ella. Nos describe sus correrías en los estadios de futbol y también, claro, con el subcomandante Marcos, hoy Galeano, de quien el filósofo resultó ser un consejero invaluable. Ciertas disquisiciones filosóficas en el texto resultan farragosas. Otras, interesantes, como su discrepancia en lo que cada uno en lo personal llegó a pensar sobre Octavio Paz: don Luis lo veía muy obsequioso con el Sistema y Juan destacando que su talento artístico estaba muy al margen de ello.

Lo que a mí me pareció fascinante es que padre e hijo hayan pertenecido al mismo tiempo a la institución académica más prestigiosa del país, El Colegio Nacional. Juan dio su discurso de aceptación como miembro el 25 de febrero de 2014, y ahí estuvo don Luis presente, con todo el orgullo que ambos pudiesen supurar. Desgraciadamente, ocho días después, el 5 de marzo de 2014, el pensador mexicano-catalán falleció a los 91.

Pero, insisto, de todo el libro, yo me quedo con el espléndido epílogo dedicado a la madre, que en la actualidad cuenta con 89 de edad. Y pensar que el hijo sólo se acercó a ella para ver qué otros datos pudiera aportar para completar su obra. Pero a ella no le importó, se sometió al interrogatorio filial con una frescura, una entereza, una sinceridad y una generosidad envidiables, muy a pesar de que los méritos académicos e intelectuales propios le sobran. Cuánta misoginia, Villoro nos debe el desagravio de su madre, lo merece con creces.

Dice doña Estela que cuando ella y Luis Villoro visitaron a Octavio Paz en la India, no estando todavía el poeta con su inseparable Marie-José Tramini, hubo una atracción mutua, que el porte de don Octavio la impresionó, y más con sus ojos azules, que no dejaban de mirarla mientras él le recitaba sus poemas. Quizá, se insinúa en el libro, esto nunca se lo perdonó Luis a Octavio y por ello la animadversión descrita líneas arriba, aunque, por lo demás, el trato entre ambos siempre se dio en términos cordiales y respetuosos.

“¿Lo amaste?”, inquiere Juan a su madre preguntando por el padre. “Tengo nostalgia de lo que esperaba de él”, le responde ella incontestablemente.

Nos debe Juan Villoro un libro sobre su madre, que resultaría superior al de ahora y mucho más interesante, sin duda.

¡Quién podría dudar de que ciertas autobiografías se gozan como las mejores novelas!

miércoles, 14 de junio de 2023

... y se levantó y andó

El malestar físico es un mecanismo de defensa; el bienestar,  un síntoma de felicidad.

Perogrullo

El lunes 8 de mayo llegué desfalleciente a la meta y a punto estuve de desvanecerme, a tal grado que una dama se nos acercó y nos preguntó a Elena y a mí si requeríamos ayuda. Apenado, le respondí que no se preocupara, que no era nada. Ya para entonces me había aconsejado el primer médico que consulté que no dejara pasar el tiempo y que me extirpara la vesícula antes de que se volviera una urgencia, pero como ya estaba bajo tratamientos alternativos recomendados por ChatGPT y el IMSS para disolver los lodos, no hice caso… y así me fue.

Veinte días después, el domingo 28 de mayo, me tuvieron que intervenir quirúrgicamente de emergencia para liberarme de la putrefacta víscera.

Y hoy, dos semanas y media después, reanudé mi corrida alrededor de la presa de El Palote, a pesar de que el segundo médico (el que me operó) me prescribió que no lo hiciera antes de 45 días, pero me he sentido tan bien en todos sentidos, incluido, principalísimamente, el anímico, que me lance al ruedo de siete kilómetros que circunvala el hermoso espejo de agua de la presa antedicha, hoy muy disminuido por la falta de lluvia. La dieta, también, ya prácticamente la he obviado y escabullido a tres restaurantes en días pasados. Todo lo cual trajo a mi mente las palabras de una amiga de Elena, Mary Tere, compañera de la misma desgracia que yo: “Me cambió totalmente la vida”, para bien, y me lleva a recomendar a otra amiga de mi esposa, Pilar, que no lo piense más, que se decida a ser feliz.

¡Perdón por pensar mal de los galenos y gracias por su solicitud! Y gracias a mi amiga Sonia, por preocuparse casi tanto como la familia.

lunes, 5 de junio de 2023

Todos deberíamos irle a "Chivas"

Si no por otra razón, por su mexicanidad. Fui “chiva” de corazón durante mi tierna infancia, adolescencia, juventud y bien entrada mi edad adulta. Cuando el equipo fue vendido a la Promotora, Mexlub y posteriormente a Vergara perdí totalmente mi afición por el equipo y cambié de quereres por Pumas, después de todo soy egresado de la UNAM, y por León, donde el próximo mes cumplo veinte años de vivir. Pero nada comparado con la afición de aquellos días. Tengo en mis manos una pieza de museo: el álbum que escribí hace 61 años, que incluye no solo estampas y fotos, sino auténticas crónicas, reseñas y hasta artículos de opinión que redacté a los 11-12 de edad y que dan fe de una devoción que ni la religión pudo algún día despertar en mí. Además, buena parte de los cotejos de aquellos lejanos lustros se transmitían únicamente por la radio, así que uno tenía que darle vuelo a la imaginación, y se disfrutaba de ello tanto o más que ahora.

Mis escritos adolecían de una falta total de objetividad a favor del Guadalajara y en contra de su odiado rival, los “cremas” del América. Risa me provocan ahora que los releo y muchos habrían sido objetados en esta época de corrección política, inclusión, diversidad y zarandajas por el estilo. Eso sí, de su candor y autenticidad nadie podría dudar, pues eran la muestra viva de una pasión indomable en una alma infantil.

Cómo olvidar la épica derrota de mis adoradas “Chivas” el jueves 20 de diciembre de 1962 frente al Oro, también de Jalisco, cuando todo se disputaba en un solo partido, pues el Guadalajara, con 41 puntos, producto de veinte triunfos, un empate y cuatro derrotas, le sacaba uno de ventaja a los Mulos de Oblatos, que tenían 40. Es decir, al Rebaño Sagrado (término acuñado en aquella época) le bastaba con el empate para acumular un campeonato más. Sin embargo, el Oro supo mantener la mínima ventaja 1-0 a su favor hasta el final de un encuentro que resultó cardiaco, ya que el “Tubo” Gómez, portero de las “Chivas”, se fue al ataque y con un certero cabezazo al ángulo superior izquierdo de la portería defendida por Antonio “El Piolín” Mota estuvo a punto de vencerlo de no haber desviado éste con espectacular vuelo la trayectoria del balón que ya todos coreaban como gol. Acuérdense, todo esto lo seguía yo por la radio. Afortunadamente, al día siguiente nos transmitieron el video de tan memorable cotejo por XEW-TV Canal 2 y pude corroborar visualmente todo lo que mi imaginación me dictó la noche anterior.

Todo lo dicho arriba revivió con el espectacular cierre de campaña que tuvo el Guadalajara la campaña recién finalizada y su memorable triunfo frente al América. Desgraciadamente su antítesis, Tigres, con una deplorable temporada, reclasificado y plagado de extranjeros, supo aprovechar el desconcierto de las “Chivas”, que no supieron cómo defender su ventaja atacando una vez que se vieron arriba en el marcador con un cómodo 2-0.

Pero cómo no estar con este equipo que a lo largo de 117 años de existencia ha dado ejemplo de promoción de deportistas mexicanos. Quizá otro gallo nos cantara en los Mundiales si el resto de escuadras “mexicanas” hicieran lo mismo con sus canteras, si las tuvieran. Mas no, ahí tienen incluso a las más mediocres con un promedio de ocho a diez jugadores extranjeros en sus plantillas, desconocidos en sus propios países y escoria en el nuestro.

Ojalá que lo que justo acabamos de presenciar el torneo pasado sea un resurgimiento de aquel mítico pentacampeón Guadalajara. ¡Arriba las “Chivas”!

P.S. Jamás imaginé que uno pudiera llegarse a sentir tan bien mutilado; como nunca, pues (http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2023/05/el-gozo-al-pozo-y-el-muerto-al-fosp.html).