Antídoto existencial
Lo único capaz de disuadirme de mis obsesiones suicidas es la lectura sobre las grandes hazañas de la humanidad. Tal fue el caso de la lectura del libro que comenté la vez pasada, El código de la vida , de Walter Isaacson ( http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2022/02/fascinante-historia.html ), sobre la vida y milagros de los científicos detrás de la edición genética. El libro me llevó a interesarme por los detalles técnicos del hallazgo en la página de la Organización Nobel, donde se incluyen auténticos artículos científicos sobre los descubrimientos premiados, que le permiten a uno gozar de ellos al entenderlos cabalmente. Fue así como me enteré de que el mecanismo creado por las bacterias para defenderse de los virus les llevó a aquellas centenas de millones de años desarrollar, pero al hombre mucho menos tiempo descubrirlo y extenderlo para la edición de genes, útil para la cura de enfermedades, el mejoramiento de cultivos y, ¡horror de horrores!, la “mejora” de la raza human...