¿Decepción cuántica?
Acabo de leer el libro de Stephen W. Hawking Historia del tiempo / Del big bang a los agujeros negros (editorial Crítica, 2017 / Editorial Planeta, 2013) en su edición de aniversario, a 25 años de su publicación original en inglés, A Brief History of Time From the Big Bang to Black Holes (1988). En el libro, Stephen Hawking se manifiesta optimista de encontrar una teoría unificada para la mecánica clásica o celeste (relatividad general) y la mecánica cuántica o subatómica (de partículas), algo así como una teoría cuántica de la gravedad. Esto, a pesar del determinismo y principio de causalidad de la física clásica, por un lado, y, por el otro, el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica, que llevó a Einstein afirmar que “Dios no juega a los dados”, pues dicho principio de incertidumbre establece que no se puede estar totalmente seguro acerca de la posición y la velocidad de una partícula: cuanto con mayor exactitud se conozca una de ellas, con menor precisión puede conocer...