Como he seguido padeciendo los problemas a que me refiero en el artículo https://blograulgutierrezym.blogspot.com/2024/07/inteligencia-artificial-ia.html, voy a sugerirle a mi banco que en vez de colocar sus practicajas en las sucursales de la institución las ubique mejor dentro de los casinos, junto a las máquinas tragamonedas, pues su funcionamiento es tan parecido, es decir, tan impredecible y aleatorio, como en éstas, y además corre uno el riesgo de que se traguen sus billetes, como le sucedió a mi hijo en una ocasión que describo en el escrito anterior.
Y no es que uno no sepa manejar estas máquinas, pues para donde se voltee dentro del casino, digo, perdón, la sucursal, se ve a otros batallando con los mismos problemas, llegando al extremo de mentar madres y hasta de patear los aparatos. Elena ha desarrollado una infinita paciencia con estos robots: ya sabe que hay que invertir aproximadamente un cuarto de hora en tan penoso proceso.
Afortunadamente dispongo de una cuenta puente en otro banco que tiene implementado un sistema de cajeros muy parecidos a nosotros y que están dispuestos aceptar, todavía, depósitos en efectivo, por lo que no requiero más que de una transferencia vía el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) para tener el dinero donde originalmente lo requería.
Pero ¡qué joda!, ¿no?