La gatita de Scarlet
Vivimos la época de la crueldad y el maltrato animal, quizá no tanto porque se den más ahora que en otros tiempos, sino porque los hemos hecho mucho más visibles. Sin embargo, hay casos en que la tendencia apunta muy en otra dirección, como en el de nuestra asistente en el negocio, Scarlet, una chiquilla de 24 años de edad, pero que aparenta no más de 16, cuya gatita, agobiada por sus malestares físicos, huyó del hogar y a la que logró recuperar poco tiempo después, pero su condición física era tan deplorable que decidió llevarla al veterinario para que la “durmiera”. A sí, hace dos días, Scarlet se comunicó conmigo para solicitar permiso de llegar un poco tarde a la tienda para cumplir con tan infausta encomienda, cosa a la que accedí de inmediato. Poco después, se presentó con el doctor hecha un mar de lágrimas para que este le administrara al animalito la inyección letal. Una vez “dormida” la gatita, el veterinario le permitió que se despidiera de ella con un beso, un apapacho y a...