Al diablo con sus instituciones
En febrero del año pasado caí en el ridículo de creer que no todo estaba podrido en Dinamarca ( http://blograulgutierrezym.blogspot.com/2021/02/no-todo-esta-podrido-en-dinamarca.html ) e hice el patético elogio de la Condusef por, según yo, haber puesto fin a un acoso telefónico de meses por parte de un despacho de cobranza de una financiera (Adelanto Express, S.A. de C.V., Sofom E.N.R o Adex, en corto) por una deuda de una conocida a la que en mala hora referí. El instrumento de la Condusef de que me valí para denunciar a estos mercenarios fue el Redeco (Registro de despachos de cobranza), y la financiera se comprometió a no molestarme nunca más al no estar yo en su base de datos de clientes. Ingenuo de mí. Estos desgraciados fueron vendiendo mi información a distintos despachos de cobranza a lo largo del tiempo y me siguieron dando lata, y yo de necio reportándolos en Redeco una y otra vez hasta completar no menos de diez denuncias, y Adex siempre comprometiéndose a no molestarme ...