¡Mueran los ricos!
Sí, ya leí El capital en el siglo XXI (FCE, 2014) de Thomas Piketty. Si bien no resultó una odisea comparable al Ulises de Joyce, deja la satisfacción del “deber” cumplido. Y es que se ha escrito tanto sobre esta obra que se siente uno orillado a leerla por fuerza. Su dificultad radica más en la extensión del libro (664 páginas) que en su contenido, cautivadoramente aleccionador y provocativo, a pesar de lo árido que pudiera pensarse resultan los temas económicos. Se lee como un libro de texto, con la delectación que yo leía, por ejemplo, un tratado de análisis matemático en la universidad. Resulta de risa que neoliberales como Sergio Sarmiento, que se sienten ofendidos y se rasgan las vestiduras cuando dicho calificativo se aplica a ellos, lleguen al extremo de calificar de neomarxista a Monsieur Piketty. Y todo porque se “atreve” a proponer un impuesto internacional a la riqueza “con tasas limitadas a 0.1 o 0.5% anual sobre los patrimonios de menos de un millón de euros, de 1% pa...